_
_
_
_
_

La renuncia de Romero provoca reacciones encontradas en el PSPV

Paniagua afirma que el PSOE vendió activos para cubrir deudas

La renuncia de Joan Romero a la militancia en el seno del PSPV provocó reacciones encontradas entre los socialistas valencianos. El motivo, el momento y la forma que ha utilizado el que fuera secretario general para anunciar su abandono de la vida política genera desde la comprensión hasta acusaciones de irresponsabilidad. En tono irónico, algún destacado dirigente llegó a preguntarse: "Pero, ¿militaba?".

Romero anunció el viernes su baja como militante del PSPV "asqueado" por las luchas internas en el partido. La renuncia se produjo el mismo día en que un diario de Valencia denunciara "supuestas irregularidades" durante su gestión como secretario general entre junio de 1997 y abril de 1999. Romero tachó las acusaciones como calumnias y anunció que emprenderá acciones legales.Los socialistas valencianos deben llegar a un acuerdo a lo largo del día de hoy sobre la composición de la gestora que someterán a la dirección política del PSOE mañana. La renuncia de Romero se produce en un momento crítico de unas negociaciones que tutelan dos miembros de la dirección federal del partido designados por Manuel Chaves.

Representantes de todos los sectores apuntan al carácter personal de la opción de Romero y todos sin excepción expresan respeto hacia una decisión privada. Pero la lectura del gesto pone de manifiesto tantos matices como sectores aglutina el PSPV.

Un amplio sector considera que la renuncia de Romero pone de manifiesto la situación que atraviesa el partido. "Es una pena que la causa no sea un debate político perdido o ganado, sino ejercicio de antropofagia", comenta un portavoz.

Otro, sin embargo, sugiere que no parece de recibo que Romero aluda a "la situación interna del partido" para pedir la baja cuando ejerció altas responsabilidades en fechas recientes y "es parte importante del proceso actual".

"¿Asqueado por la situación interna?", se pregunta un tercero, "poca consistencia tendría su militancia si opta por irse cuando surgen problemas".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La utilización de los medios de comunicación para verter la acusación, primero, y para anunciar la renuncia, después, también es objeto de comentario. Por un lado, se achaca a Romero falta de discreción al difundir una opción personal. Por otro, se acusa a "alguien que conozca muy bien la situación económica del partido" como origen de la denuncia, en directa alusión a Ciprià Ciscar.

Javier Paniagua, miembro de la dirección política del PSOE, remitió por escrito algunas precisiones sobre la situación financiera del PSPV de acuerdo con una auditoría elaborada en abril de 1999, que puso de manifiesto una deuda de 327 millones, "hecho inédito en el resto de federaciones".

Paniagua atribuye la deuda "entre otras cosas" al gasto que implicaron "campañas de imagen personal". Y afirma que "ante la imposibilidad de que el PSPV-PSOE pudiera hacer frente a las deudas generadas durante el periodo de Joan Romero, la comisión ejecutiva federal del PSOE decidió afrontar el pago de dicha deuda no autorizada mediante la venta de activos del partido".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_