Maragall negocia su proyecto de apertura del PSC con alcaldes y dirigentes territoriales
El líder parlamentario del PSC-Ciutadans pel Canvi, Pasqual Maragall, ha realizado en los últimos días una ronda de consultas con los dirigentes territoriales del PSC a fin de explorar la disponibilidad para aceptar sus ideas sobre el futuro del partido. El objetivo que Maragall persigue es que esos dirigentes acepten su proyecto de apertura del partido a la sociedad, tanto desde el punto de vista de la oferta política como de la incorporación de nuevos sectores sociales.
La iniciativa de Maragall ha sido recibida como una indicación de que acepta la distribución de funciones preconizada por ellos. Es decir, la cohabitación de un liderazgo social y electoral encarnado por el propio Maragall con un liderazgo interno en manos de José Montilla, el actual secretario de organización.El líder del grupo parlamentario PSC-Ciutadans pel Canvi ha aprovechado los intervalos de las largas jornadas parlamentarias de debate presupuestario para recibir en su despacho a algunos diputados que son al mismo tiempo dirigentes de federaciones y líderes territoriales, o ha tenido con ellos comidas de trabajo. Maragall ha hablado con Manuel Nadal, de Girona, y Ramon Vilalta, de Lleida, entre otros. En otros casos se ha desplazado para entrevistarse con primeros secretarios de federación, como Joan Canongia, del Bages, y alcaldes de relieve, como el de Manresa, Jordi Valls, por ejemplo.
En estos encuentros Maragall se ha dedicado más a escuchar que a hablar, según han explicado varios de los dirigentes consultados. Pero la conclusión que éstos han sacado es que su líder parlamentario acepta tácitamente, aunque nunca de manera explícita, la idea de que Montilla siga siendo la figura que controle el partido como primer secretario. También creen que Maragall tiene en mente un proceso político en dos tiempos: el congreso del PSC del mes de junio sería el primero y serviría para sustituir a la dirección actual por otra representativa de lo que algunos dirigentes territoriales, conocidos también como capitanes, definen como un "pacto entre territorios y familias".
PASA A LA PÁGINA 4
Raimon Obiols propone que Maragall asuma la primera secretaría del PSC
VIENE DE LA PÁGINA 1 Pasqual Maragall persigue cuajar una síntesis de lo que en sus últimas intervenciones públicas define como "cohesión y apertura" del partido. En esta ecuación, la apertura es su proyecto, y la cohesión representa el empeño de los dirigentes territoriales en reforzar el PSC como organización frente a lo que muchos de ellos consideran como peligrosa desviación maragalliana hacia la fórmula del partido como mero agregado de colectivos diversos unidos por su vinculación a un líder. Lo que suele identificarse como el modelo del Partido Demócrata de Estados Unidos.
De la apertura que Maragall predica se conoce poco, y en estas entrevistas no la ha concretado. Se sabe que desea impulsarla en las dos direcciones ya marcadas en la campaña electoral de las autonómicas. A la derecha, buscando la penetración en medios sociales del empresariado no conservador. A la izquierda, reforzando las plataformas de Ciutadans pel Canvi, que en síntesis es un conglomerado formado básicamente por ex miembros de Iniciativa per Catalunya y del PSUC o del que fue su amplio ámbito de influencia.
El ejemplo de González
Lo que ha trascendido es que para después del IX Congreso del PSC, Maragall acaricia la idea de conseguir una nueva ampliación de Ciutadans pel Canvi o la creación de otra plataforma. Sería el segundo momento de la apertura. Los socialistas están muy atentos a la evolución de Iniciativa per Catalunya-Verds y algunos de ellos creen que la prevista sustitución de Rafael Ribó como presidente de esta formación le echará en manos de Maragall.
Antes de entrar en la ronda de conversaciones con alcaldes y dirigentes territoriales, Maragall se entrevistó con Raimon Obiols, presidente del PSC y líder de Nou Cicle, una asociación que agrupa a una de las familias del partido. Obiols discrepa de la forma en que Maragall ha enfocado su asunción del liderazgo del PSC. Su idea es, según explicó a EL PAÍS, que el liderazgo político y electoral debe corresponderse con el liderazgo en el partido; es decir, con el cargo de primer secretario.
Este es, en realidad, el modelo y la tradición de los partidos socialistas y socialdemócratas. Obiols expresa una opinión compartida en el PSC por muchos dirigentes y cuadros políticos, expresada a media voz en las últimas semanas. Y es que Maragall debería ser el próximo primer secretario del PSC sobre la base de que el congreso asuma su proyecto de partido y de gobierno para Cataluña. Es lo que hizo Felipe González en 1979, cuando promovió que el PSOE diera un fuerte giro al centro; lo que hizo François Mitterrand cuando se puso al frente del Partido Socialista Francés y lo que hizo Tony Blair con el Partido Laborista británico.
Quienes defienden este modelo entienden que la negociación emprendida por Maragall con los dirigentes territoriales es una demostración de debilidad, que contribuye a legitimar a los dirigentes de federación, y en particular a los que actúan coordinados, como auténtica dirección del PSC. El papel de Montilla en este esquema, acreditado ya en la etapa de Narcís Serra, sería el de intermediario.
Ni Maragall ni Montilla han reconocido en público que vayan a ser presidente y primer secretario del PSC, pese a que les ha sido requerido repetidamente en conferencias de prensa y entrevistas. Aunque este es el deseo de los dirigentes territoriales, el fuerte contraste entre la personalidad política y social de Maragall y la de Montilla permiten augurar que su cohabitación en la cúpula del PSC convertiría a Maragall en su líder político, aunque sólo ocupara el cargo de presidente, que en el PSC es meramente representativo, y a Montilla en un secretario de organización con título de primer secretario.
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