Salvajada contra Kahn

Pocas veces una pelota de golf tuvo una utilidad tan salvaje. Se disputaban los últimos minutos del encuentro de la Bundesliga entre el Friburgo y el Bayern Múnich, que ganaron los bávaros por 1-2, cuando un espectador lanzó al césped un objeto que impactó cerca del ojo izquierdo de Kahn, portero del Bayern, que cayó espectacularmente al suelo mientras la sangre empapaba su rostro y su jersey. Aun aturdido, pudo contemplar cómo una persona que estaba en los aledaños de la portería, y que llevaba un peto de fotógrafo, se introducía en el campo, cogía algo de color blanco y lo escondía tras una valla de publicidad. No se lo pensó Kahn y allí se fue, a rebuscar en la zona, donde encontró el cuerpo del delito, que resultó ser una pelota de golf. El meta se la dio al árbitro antes de ser atendido por los servicios médicos. El partido se reanudó, con Kahn en su puesto pero, ante las amenazas del público, el árbitro decidió señalar el final. Kahn fue trasladado a un hospital, en el que se le aplicaron varios puntos de sutura tras comprobar que el salvaje pelotazo no había provocado mayores daños.