El etarra arrepentido Soares Gamboa teme que la banda intente asesinarle
El etarra arrepentido Juan Manuel Soares Gamboa aseguró ayer, en su última intervención en un juicio celebrado en la Audiencia Nacional, que teme un atentado contra él por parte de la banda terrorista, a la que perteneció como miembro del comando Madrid. "ETA va a intentar asesinarme", dijo al término de la vista por el atentado con coche bomba cometido el 9 de septiembre de 1985 en la Plaza de la República Argentina, en Madrid, contra un furgón de la Guardia Civil. La explosión mató a un transeúnte de nacionalidad norteamericana y produjo heridas a 18 agentes del instituto armado. Soares Gamboa dijo que "es un poco irónico" que se hable de los beneficios penitenciarios que pueda obtener después de su arrepentimiento porque la banda intentará matarle "cuando pueda".
El fiscal pidió 317 años de cárcel para Soares Gamboa, 497 para Inés del Río Prada y 509 para José Ignacio de Juana Chaos, quien comentó que el arrepentimiento del primero es "una milonga".
Soares Gamboa insistió, no obstante, en que hará lo posible por que ETA no atente contra él o "contra otras personas" y recordó que, antes de su regreso a España, el entonces consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, le dijo que se entregara y "luego, ya veremos", pero que desde entonces no tiene nada a que aferrarse.
De Juana Chaos apuntó que "comparte la estrategia de ETA" y que el arrepentimiento de Soares Gamboa es "una milonga" porque, "a finales de 1986, se le sacó del comando en contra de su voluntad", ya que era "incompatible" su comportamiento con el del resto de los activistas.
También explicó De Juana Chaos que aquel año hubo una reunión en el País Vasco entre la dirección de ETA y los militantes del comando Madrid en la que decidieron la salida de Soares hacia Argelia para que se fuera a un campo de tiro porque allí "podría disparar todo lo que quisiera".
Por su parte, la activista Inés del Río negó los hechos que se le imputan y señaló que la confesión de Soares Gamboa se debe a la "animadversión" que tiene hacia los miembros de la organización terrorista.
Por otra parte, en otro juicio celebrado ayer en la Audiencia Nacional, el fiscal pidió dos años y un multa de 15 meses a razón de 200 pesetas diarias para siete acusados de integrar un grupo Y de apoyo a ETA, por su supuesta implicación en un atentado en 1997 contra un autobús en Rentería (Guipúzcoa).
