Lendoiro: "Lo vamos a pasar muy mal hasta el final"
Consumada la derrota del Barcelona en el Camp Nou, A Coruña estalló de alegría y sintió que, seis años después, el título de Liga vuelve a rondar el estadio de Riazor. "Espero que esta vez no se nos escape", confiaba ayer el presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro. Pero la memoria de la Liga 1993-94, perdida en el último minuto, está aún muy presente en A Coruña y actúa como un eficaz antídoto contra el exceso de euforia. Los discursos del presidente, el entrenador y los futbolistas tratan también de refrenar el triunfalismo. "Hasta que acabe la Liga", declaró Lendoiro, "lo vamos a pasar muy mal. Yo, de pensar mal, ya estoy cansado. Pero seguro que habrá de todo". El Deportivo se había acostumbrado a vivir los últimos meses en un curioso vaivén. Intratable en su estadio de Riazor, cada partido en casa convencía a la parroquia de que su equipo lograría al fin la Liga que se le debe, como acostumbra a decir Lendoiro. Pero a la semana siguiente, fuera de casa, el Depor caía invariablemente y el pesimismo cundía en A Coruña. El ánimo alcanzó su punto más bajo hace tres semanas, cuando los blanquiazules sucumbieron en el Camp Nou tras un mal partido y el club gallego se acogió a la teoría de una conjura arbitral en su contra, como si ya diese por supuesto que el título se le iba a escapar.
El vértigo de 1994
Ahora, después de tres triunfos consecutivos -entre ellos el de Sevilla, la semana anterior, el primero fuera de casa en cuatro meses- y el tropiezo del Barça ante el Mallorca, el Deportivo está a tiro de piedra del título. ¿Volverá a sentir el cuadro blanquiazul el vértigo que le consumió en aquella llorada ocasión de 1994? "A quien más tenemos que temer es a nosotros mismos", confesó ayer Lendoiro, "y eso es así porque ganar la Liga sólo depende de nosotros". Los coruñeses sacan cinco puntos al Barcelona con seis jornada de Liga por delante.
De momento, la afición parece mucho más cauta que hace cinco años. Y, desde el club, los mensajes son también de prudencia. "Tenemos que tener mucha concentración", recomendó el presidente, "no dar ventajas y escapar de la idea de que todo está hecho". Pero Lendoiro ya ha comenzado a soñar. Su gran ilusión es ganar la Liga de Campeones en 2004, coincidiendo con el centenario del club, y tras haber reunido en sus vitrinas los tres títulos nacionales (la Copa y la Supercopa ya las ha ganado).
Irureta sigue la vieja y eficaz táctica de fijarse objetivos domingo a domingo. Habla de asegurar primero la clasificación para la Liga de Campeones antes de abordar el título. La plantilla ha tomado nota. Dice Jokanovic: "Lo único que me preocupa es el partido del sábado en Vallecas".
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