Un recado para el Madrid El club blanco despreció al último verdugo del Barça
Presume, no sin razón, de que su nombre está unido al de Pelé. Y maneja datos para argumentar lo que a priori se antoja un disparate. Pelé debutó en un Mundial, el de Suecia 58, a la edad de 17 años, los mismos que tenía el camerunés Samuel Eto'o cuando hizo lo propio cuatro décadas después, en Francia 98. Hasta ahí las comparaciones, que Pelé deslumbró ese día y el resto de sus días como futbolista, y Eto'o no deslumbró a nadie hasta que apareció por el Camp Nou con la camiseta del Mallorca, blanca por un día, para marcarle dos goles a Hesp y provocar un terremoto en el club azulgrana.Hasta que llegó Eto'o (Camerún, 19 años), sólo Raúl había sido capaz de marcar dos tantos ante las barbas de la afición azulgrana. Ambos se conocieron en enero del 97, cuando Eto'o se presentó por primera vez en la Ciudad Deportiva. En el momento en que Pirri le presentó a Capello, el camerunés le saludó con una reverencia digna de la realeza. Aquel sorprendente brote de educación no apiadó a Capello, que le mandó al filial antes de cederle al Leganés.
Tras el Mundial de Francia volvió al Madrid y Hiddink le dio la primera oportunidad, lo cual hubiera sido motivo de lógico gozo de no ser porque también fue la última. 23 minutos jugó frente al Espanyol, equipo al que dirigía Brindisi. Y algún detalle debió apreciar éste en su breve actuación, pues poco después aceptó que llegara cedido al Espanyol. Sin embargo, nadie tuvo oportunidad de descubrir qué vio en él Brindisi, más que nada porque Eto'o se pasó 17 partidos sentado, ora en el banquillo ora en la grada de Montjuïc.
En vista de los hechos, volvió al Madrid, donde gozó de un par de oportunidades, traducidas en 65 minutos. Tras sufrir algún incidente de tinte racista se fue a la Copa de África, que ganó con Camerún, y a su regreso se encontró cedido en el Mallorca, a las órdenes de Fernando Vázquez, que vio en él exactamente lo mismo que vieron el domingo 60.000 atormentados hinchas del Barça. Tres años después de llegar a España, Eto'o vivió su primer momento de gloria. Lo hizo en el Camp Nou y vestido de blanco. "Espero que en Madrid hayan visto esto", dijo al finalizar. Si así ha sido, lo mismo en verano vuelve por cuarta vez a la Ciudad Deportiva. Pero entonces, escarmentado quizá, ya no le hará reverencia alguna a nadie.
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