SIN ESPOSAS A BORDO

El estreno de llevar esposas a bordo de los aviones de Lufthansa tendrá que esperar. El vuelo LH628 entre Francfort y Riad transcurrió con total tranquilidad. Ni siquiera los dos ciudadanos saudíes de la fila 30, que trataron de beber todo el whisky y la cerveza posibles antes de aterrizar en el reino de la ley seca, requirieron que la tripulación les maniatara a sus asientos. "Sí, es una nueva norma", confirmó la azafata S.Önoz, cuando se le preguntó si era cierto que la compañía aérea alemana había decidido incluir un par de esposas en la dotación de todos sus aviones. "Aunque no estoy segura de si en este aparato las llevamos ya a bordo", precisó tratando de restar importancia a la medida. Pocas horas antes, en el trayecto Madrid-Francfort con Spanair, M.Morey se había sorprendido de la pregunta. "No, por razones de seguridad no deben emplearse dentro del avión. Incluso cuando la policía transporta detenidos a bordo, se les pide que no les esposen por si se produce alguna emergencia", explicó. En los últimos tiempos, una serie de incidentes violentos ha provocado la preocupación de los responsables aéreos. Hace unos días, en un vuelo entre Berlín y Tenerife, un pasajero con problemas psíquicos agredió en pleno vuelo al piloto, hiriéndole en la cara. Con la ayuda de cuatro pasajeros, la tripulación logró reducirle, pero durante el forcejeo el aparato perdió altura, con el consiguiente riesgo. En declaraciones a la revista alemana Focus de la pasada semana, un portavoz de Lufthansa negó que la decisión plantee dificultades jurídicas, ya que, aseguró, las compañías tienen derecho a tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad a bordo.- ,