La Policía Municipal planea cambiar el revólver por la pistola
La Policía Municipal ha decidido jubilar los revólveres que emplean sus agentes desde hace más de 20 años. A falta de la decisión definitiva, la comisión de la Policía Municipal se ha inclinado por cambiar sus armas por pistolas semiautomáticas, como las que emplean los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía. Sobre la mesa hay siete modelos a elegir. Las nuevas armas serán más ligeras y manejables y permitirán que se duplique el número de disparos consecutivos sin recargar.En la actualidad, los 6.000 agentes municipales llevan revólveres de más de un kilo de peso que almacena seis cartuchos. Sólo pueden hacer seis disparos seguidos. Al sexto disparo hay que recargar el arma. El proceso es complejo y lento, ya que debe realizarse cartucho a cartucho.
El mercado ofrece en la actualidad armas más adecuadas para los agentes. Frente al viejo revólver, la pistola semiautomática tendría la ventaja de ser más segura debido a que tiene más capacidad de respuesta al tener la posibilidad de efectuar al menos 12 disparos consecutivos. Además, es más discreta y ligera, al pesar unos 800 gramos y la recarga se efectúa pulsando un solo botón.
Mayor impacto
La funda portacartuchos tampoco será necesaria con el cambio, ya que la munición utilizada pasará del calibre 38 al 9 mímetros parabellum. El tamaño es el mismo, pero la cantidad de pólvora aumenta la fuerza del impacto, que será bastante mayor.
En el cambio de las armas ha influido también la quiebra de la compañía Astra, que suministraba todo el armamento a la Jefatura de Policía Municipal.
También se estudia la opción de incorporar como apoyo otra arma: una pistola paralizante para los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, que pueda dormir a cualquier persona durante 20 o 30 segundos sin riesgo físico. La pistola paralizante dispara descargas eléctricas. Este tipo de arma se llevaría como dotación complementaria en los coches patrulla y estará destinada a reducir a personas con trastornos psicológicos o bajo los efectos del alcohol o las drogas.
"Sería para determinados momentos y situaciones en las que es muy dificil reducir a una personas por su grado de excitación y que pueden constituir un serio peligro para el agente o para otras personas pese a que no sean delincuentes", añade un portavoz policial.
Igualmente, el Ayuntamiento de Madrid también se plantea la posibilidad de sustituir las actuales porras por las defensas que emplean los policías británicos. Estas armas, mientras no se utilizan se pliegan y son menos lesivas. Así se combate el carácter represivo que genera la porra entre algunas personas. Además, esta nueva defensa se podría llevar en las motocicletas mientras se conduce.
El pliego de condiciones para el nuevo concurso se hará público antes del próximo verano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.