De la Calle asegura que se mantendrá al frente de Azucarera hasta 2001

Azucarera Ebro Agrícolas celebra hoy en Barcelona su junta general de accionistas en un clima de duro enfrentamiento entre las cajas de ahorros de Castilla y León y la presidencia de la empresa en la que el futuro del presidente Vicente de la Calle está en medio. Hasta ayer, los accionistas no habían decidido qué posición respaldarán en esta disputa.No obstante, De la Calle anunció ayer que dejará la compañía en el año 2001, "ya que así lo había establecido cuando accedí a la presidencia", declaró. De la Calle presentó su gestión como principal aval para continuar en el cargo, asegurando que "una compañía vale lo que gana, y Azucarera ha ganado un 23% más durante el año 1999".

Durante los últimos días, la Dirección del Patrimonio del Estado (dependiente del Ministerio de Economía), como representante de las empresas públicas Mercasa y Alycesa, con el 10% de las acciones, ha mantenido negociaciones con las cajas y con representantes de la Junta de esa comunidad autónoma para poner fin a los enfrentamientos en el seno de Azucarera. El punto fuerte del pacto que se estaba fraguando, era la salida de De la Calle. Hoy, antes de la junta se celebrará un consejo, aunque ayer todo indicaba que De la Calle mantiene la mayoría de apoyos. El acuerdo, en principio, estaba respaldado por KIO, que posee el 12,09% de las acciones, y de la familia Hernández (Herba), que tiene el 5,3%. Patrimonio también ha pretendido la adhesión a ese pacto del grupo francés Saint Louis, que controla el 21,4% de Azucarera, y que hasta ahora se había mantenido al margen por considerar que se trata de una batalla política.

Entre los logros que ayer presentó De la Calle, destacó que se había bajado el sueldo un 10% respecto a 1998 y que "nunca he tenido ni stock options ni otro tipo de retribuciones especiales ni aquí ni en la filial de Chile". Respecto a la posible tensión que pueda haber mañana en la Junta, De la Calle garantizó "que la Junta será un éxito, ya que con una gestión así la Junta ha de ser un éxito".

El presidente de Azucarera se mostró especialmente satisfecho de los beneficios obtenidos en la filial chilena -que han ascendido a 5.700 millones de pesetas- y de haber establecido un sistema de mesa que centralizaba las compras de la empresa que, según el presidente, ha servido para ahorrar 1.100 millones de pesetas. A partir del 2001 la compañía "ya podrá funcionar perfectamente y yo podré quedarme satisfecho con lo que he hecho y con mi gestión", afirmó De la Calle.