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González dice que el PSOE puede recobrar el centro si hace "lo contrario" que en la campaña

Aunque anunció que no iba a dar su opinión sobre la crisis que vive el PSOE, el ex presidente del Gobierno Felipe González afirmó ayer que su partido debe hacer "lo contrario" de lo que ha hecho en las últimas elecciones para recuperar el espacio del centro. Fue el único comentario de González sobre sus compañeros socialistas. "No hago diagnósticos de lo que está pasando, al menos en público", concluyó el ex presidente durante la presentación del libro Abrir nuevos mundos, del ex ministro socialista chileno Fernando Flores, prologado por el propio González.

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Iniciativa empresarial y solidaridad

La de ayer fue la primera aparición en público de González, diputado por Sevilla, desde la jornada electoral del 12 de marzo. Se le preguntó numerosas veces por la situación del partido que dirigió de 1974 a 1997, pero siempre recurrió a la ironía para contestar. Incluso cuando respondió escuetamente a una periodista sobre lo que debería hacer el PSOE si quiere recuperar el espacio electoral del centro. "Lo contrario de lo que hemos hecho" en las últimas elecciones replicó con una sonrisa, sin precisar si se refería al pacto al que llegaron con IU antes de los comicios.El ex presidente mostró así su intención de no interferir, al menos públicamente, en el proceso que llevará al congreso de julio, en el que se elegirá nuevo secretario general. Sobre el anterior, Joaquín Almunia, sólo dijo que "respetaba" su rápida dimisión en la noche electoral, "sean cuales sean las consecuencias" para un partido que ha perdido en las urnas 1,6 millones de votos y 16 diputados respecto a las elecciones generales de 1996.

Dejado a un lado el asunto de la crisis del partido socialista, el ex presidente se explayó en los asuntos a los que más se dedica en los últimos tiempos: los retos de la globalización y el rumbo que ha de tomar el socialismo en el nuevo milenio, sobre lo que redactó una ponencia encargada por la Internacional Socialista.

La globalización, dijo, es "un espacio nuevo de oportunidad", que, por ahora, produce una "redistribución injusta", centrada en el "éxito individual". González cree que su dimensión social depende "del talante con el que se aborde", y pidió a la izquierda que no la demonice.

"Siempre he sido un moderado", afirmó ayer González, que defendió la iniciativa empresarial para responder a los retos que plantean la globalización y la revolución de Internet, y fue muy crítico con determinadas concepciones de la izquierda que "confunden la utopía y anuncian un mundo que no llega mientras la derecha gobierna".

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El ex presidente volvió a mostrarse partidario de las teorías renovadoras de la socialdemocracia -entre ellas, la tercera vía del primer ministro británico Tony Blair, quien junto a José María Aznar defendió la nueva economía liberalizada en la reciente Cumbre de Lisboa- que propugnan una superación del actual Estado de bienestar. Respecto a la nacionalización de empresas, tradicional postulado de la izquierda, González dijo que su "sacralización" ha llevado a la "desigualdad" y a la "miseria". "Patología de la solidaridad", llamó a la redistribución únicamente de recursos por parte del Estado. También, dijo, hay que redistribuir "la actitud emprendedora al hacer las cosas".

González diferenció ayer el Gobierno de Aznar del de Blair, líder del nuevo centro, y puso como ejemplo la concesión de licencias de telefonía móvil. El Gobierno de Aznar la hizo pública el 10 de marzo, dos días antes de los comicios. Entre los cuatro adjudicatarios (Telefónica, Airtel, Amena y Xfera) pagarán al Estado 84.000 millones.

En el Reino Unido, arguyó el ex presidente, la situación es muy distinta: las cinco licencias que va a otorgar el Ejecutivo están en proceso de subasta y valen ya más de tres billones de pesetas. González destacó que el pasado jueves Telefónica lanzó una oferta de 250.000 millones de pesetas por una de las licencias británicas. Al Gobierno español le paga 21.000 millones por la nueva licencia. "Será muchísimo mejor", aventuró González, quien aseguró que cuando "dentro de unos meses las concesiones alcancen su valor real", que calculó como "muy superior", la gente les alabará como "magos de las finanzas". "Se trata de magos de la aproximación amistosa a quienes detentan el poder", remachó el ex presidente socialista.

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