Regañina
Ahora resulta que la alcaldesa de Málaga no está contenta con las consecuencias de la aplastante mayoría absoluta que consiguió en las últimas elecciones municipales. Celia Villalobos regañó el pasado miércoles a sus concejales, a los que les recriminó que el Partido Popular (PP) está haciendo peor gestión de gobierno con 19 ediles que en los anteriores cuatro años, con sólo 13 (12 + 1, porque la alcaldesa cuenta como Ángel Nieto). Hay que advertir de que en aquel mandato el PP tenía 15 ediles, pero para la alcaldesa no contaban los dos con dedicación plena en la Diputación: el presidente, Luis Vázquez Alfarache, y Javier Berlanga.Muy mala opinión debe tener Villalobos de su propia gestión actual, si se recuerda la cantidad de veces en las que se quejó en su anterior mandato por sentirse maniatada por la oposición. En una entrevista con este mismo diario, Villalobos llegó a proponer cambios legislativos para que un alcalde nunca tuviera que gobernar en minoría e incluso pidió a IU y PSOE que si mantenían su actitud de oposición lo mejor era que le pusieran una moción de censura. ¿No es paradójico que en ambas formaciones de izquierda haya ahora unanimidad sobre la mala labor de oposición realizada entonces? Sin mayoría absoluta, Villalobos tenía siempre a mano un tercero a quien culpar de sus errores. Ahora, que la oposición no tiene ninguna capacidad de decisión, descarga la responsabilidad en sus propios concejales, y especialmente en los titulares de Urbanismo, Francisco de la Torre, Juventud y Deportes, Javier Berlanga, y Hacienda, Francisco Aguilar.
El mismo día de aquella regañina, Unicaja jugaba la final de la Copa Korac en Ciudad Jardín, no en el Palacio de los Deportes, que ha cumplido seis meses cerrado sin que aún se sepan las causas de sus grietas. Villalobos, a pesar de ser gran aficionada a los actos de multitudes y fotos, no tenía humor para asistir al partido.
También aquel mismo día se supo que su homóloga de Zaragoza, Luisa Fernanda Rudí, será la nueva presidenta del Congreso y que Soledad Becerril, ex alcaldesa de Sevilla, tendrá una vicepresidencia. En 1995, José María Aznar ordenó un desembarco de alcaldesas como estrategia para conquistar el poder en el país. y para todas, menos para Villalobos ha habido un camino de vuelta -Rita Barberá sigue en Valencia pero es presidenta de la FEMP-. ¿Tendrá esto algo que ver con las iras de Villalobos? Aznar aún mantiene en secreto su cuaderno azul.
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