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El triunfal regreso de Dara Torres

Santiago Segurola

El mundillo de la natación ha sido prolífico en estrellas precoces, hasta el punto de que a los veintiañeros se les tomaba por veteranos. De los treintañeros no se hablaba porque eran una raza inexistente en las piscinas. En algunos casos se pretendía justificar científicamente la ausencia de dinosaurios en el agua. Se decía que el cénit en el rendimiento de un nadador se alcanzaba entre los 20 y los 23 años. Nadie podría imaginarse a nadie capaz de lograr sus mejores marcas con 32. Y menos aún después de haber abandonado la práctica del deporte durante siete años.Dara Torres, tres veces olímpica, ha roto con las convenciones sobre la edad. A finales de 1999, regresó a la competición con 32 años. Nadie se tomó en serio su regreso. Se trataba de una nota de color: una ex gran nadadora que pretendía hacer algo de ruido antes de pasar al anonimato. Algunos se tomaron el asunto como una repetición del caso Spitz. En 1992, Mark Spitz -ganador de siete medallas de oro en los Juegos de Múnich 72- volvió a competir sin éxito. Contaba 42 años. Le pesaron demasiado. Contra todas las previsiones, Dara Torres no sólo ha triunfado, sino que acaba de lograr las mejores marcas de su vida en los recientes Campeonatos de Primavera de Estados Unidos. Sus posibilidades de alcanzar un puesto en el equipo olímpico de Estados Unidos son más que notables. Más aún: si mantiene su progresión conviene no descartarla de la pelea por las medallas.

En sus tres participaciones en los Juegos Olímpicos (1984, 1988 y 1992), Dara Torres consiguió cuatro medallas. Fue una de las mejores velocistas de su tiempo, una nadadora que respondía a los cánones americanos: rubia, simpática, desinhibida, siempre buscada por las cámaras de televisión. Decían que era una natural, la clase de nadadora con una facilidad innata para deslizarse en el agua. Pero le faltaba el punto necesario de resistencia a la fatiga.

Se retiró en 1992 y alcanzó cierta fama como presentadora de programas deportivos y gancho para la venta de programas de ejercicios. En algunas cadenas de televisión se la puede ver recomendando las excelencias de un método de ejercicios denominado Tao Bo, similar al kickboxing.

En la primavera del pasado año, una amiga le aconsejó volver a la natación. "Estás loca. Tengo 32 años y no he competido desde hace siete". Pero le entró el gusanillo. Habló con Richard Quick, unos de los gurús de la natación estadounidense, entrenador entre otras de Jenny Thompson, seis veces medallista en Barcelona y Atlanta.

Su retorno se escribe con números. En los recientes Campeonatos de Estados Unidos ha ganado la prueba de 100 metros libres (54,97s) y de 50 metros (25,09), ha sido segunda en los 100 mariposa y tercera en los 200 metros. "Estoy asombrada. Nunca conseguí bajar de 55 segundos en los 100 libres. Era mi sueño desde los 14 años. Lo di por imposible. Y ahora, con 32 años, lo he conseguido", declaró Torres, la nadadora que ha desafiado las convenciones.

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