El presidente del TSJC critica la inseguridad en los edificios judiciales
La falta de seguridad en los edificios judiciales, el colapso de asuntos en las jurisdicciones de lo civil, social y contencioso administrativo, y la elevada movilidad de los jueces son las tres principales deficiencias que recoge el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en la memoria de 1999, presentada ayer por Guillem Vidal, presidente del alto tribunal. Vidal se mostró partidario de que sean los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil los que protejan las sedes judiciales catalanas, y no los servicios de vigilancia privados. Según la memoria, los conflictos de competencias entre los dos cuerpos y la falta de efectivos para garantizar la seguridad de todos los edificios judiciales de Cataluña han obligado al Departamento de Justicia a optar por un sistema de vigilancia privada complementaria.
En este sentido, el presidente afirmó que "contratar empresas privadas de seguridad no es el sistema más deseable", aunque añadió que puede ser una protección "complementaria". "Antes que no tener nada nos quedamos con la vigilancia privada que ofrece el Departamento de Justicia", dijo Vidal. Sin embargo, dejó claro que "no se optará por la sustitución de la vigilancia pública por la privada".
Varios juzgados de Barcelona, Badalona, Sant Feliu de Llobregat y L'Hospitalet han sufrido problemas de seguridad y han presentado reclamaciones por la "falta absoluta de medios oficiales de protección".
El presidente del tribunal pidió al Consejo General del Poder Judicial que tome cartas en el asunto y busque soluciones: "El consejo debería dictar una normativa sobre los sistemas de seguridad necesarios en los edificios de toda España para evitar así males irreversibles".
Sobrecarga de asuntos
Vidal también se refirió a la sobrecarga de asuntos como uno de los principales problemas de la justicia. Según datos de la memoria, los casos pendientes acumulados suman 35.889, un 8,7 % menos que el año anterior, aunque el tribunal recibió la mitad de diligencias que en años anteriores.
Las cinco salas de lo contencioso administrativo del TSJC no han logrado "absorber su bolsa generalizada de atraso". La salida de este retraso se atisba sólo a "medio plazo". Los juzgados de lo contencioso administrativo creados el año pasado no han contribuido excesivamente a ello. Por el momento mantienen un "índice correcto de soportabilidad," con una media de 478 casos por juzgado en Barcelona, 382 en Girona, 293 en Tarragona y 397 en Lleida.
Guillem Vidal quiso destacar finalmente los graves problemas que provoca la creciente movilidad de funcionarios en Cataluña, que sigue siendo una de las mayores de las comunidades españolas. El año pasado 132 jueces y magistrados cambiaron de destino, trabajaron 73 jueces sustitutos y las plazas vacantes de secretarios judiciales se elevaron a más de cien.
El único punto plenamente positivo de la memoria del año pasado es la completa informatización de los juzgados y tribunales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.