La justicia estudia suspender la Liga argentina por la ola de violencia
La justicia argentina medita tomar nuevamente la única medida extrema que detiene de forma instantánea la violencia en los estadios: suspender la disputa del torneo Clausura de la Liga. El pasado fin de semana, a sólo cinco jornadas del comienzo, un aficionado del Colón quedó en agonía tras ser brutalmente golpeado por tres barras bravas del Unión, un hincha del Estudiantes de La Plata fue herido de un balazo en el pie disparado por un fanático del Newell´s y el portero paraguayo José Luis Chilavert, del Vélez, sufrió una conmoción por una bomba de estruendo que explotó cerca suyo nada más comenzar el partido ante el Lanús.La fundación Fair Play, que ya en 1998 había pedido la suspensión de los torneos de Segunda con una demanda ante los tribunales y provocó la huelga de todos los futbolistas argentinos en solidaridad con sus compañeros de esa categoría, preparaba ayer un recurso de amparo para que un juez federal decida si los hechos recientes son tan graves como para interrumpir ahora la disputa del torneo Clausura de Primera hasta que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y sus clubes afiliados den garantías suficientes de seguridad en los estadios.
En un hospital de la provincia de Santa Fe permanecía ayer ingresado en estado de coma Juan Enrique Espinoza. El pasado domingo, después de la victoria por 4-0 del Colón ante el Unión en el derby local, Espinoza se puso su gorra con los colores del rojo y negro del Colón y salió a dar una vuelta en bicicleta junto con sus dos hijos, de 10 y 12 años. En una de las avenidas principales de Santa Fe tres fanáticos del Unión bajaron del coche en el que viajaban y se lanzaron sobre él ante el horror, los gritos y la impotencia de sus hijos. Le golpearon hasta que cayó inconsciente y le dejaron tendido en la calle. La policía detuvo luego a dos de ellos.
Emanuel Cajade no había asistido al Estudiantes-Newell's en La Plata. Pero pasaba cerca de allí cuando se cruzó en el camino con uno de los autobuses que regresaba a Rosario después del partido. El Newell´s había ganado 1-3 y uno de los hinchas asomado a la ventanilla festejó con un disparo de revólver, calibre 32, que dio en el pie de Emanuel, un chaval de 16 años. La policía logró detener al autor, un joven de 24 años, procesado ahora por "abuso de armas y lesiones leves", pero excarcelado y en casa. Su pena no obliga su ingreso en prisión.
Intento de asesinato
Cuando una bomba explotó cerca de Chilavert y éste cayó como fulminado, el colegiado decidió suspender el partido. El Lanús perderá ahora los tres puntos y el portero, ya recuperado, decía ayer: "Quiero irme de Argentina porque están esperando que maten a un futbolista para tomar medidas. Por suerte sé que el Manchester está interesado en mi pase. Si la bomba cae más cerca me arranca la cabeza. Fue un intento de asesinato". El joven de 17 años que la arrojó, tras permanecer 10 horas en comisaría, fue entregado a sus padres y sólo será procesado en caso de reincidencia.
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