ASÍ HABLA... Paz Vega Andaluz joven, urbano, culto y profesional
En el simposio de Granada del mes pasado sobre habla andaluza, fueron varios los especialistas que coincidieron en que cada día se parecen más las hablas urbanas de la gente joven. Se está produciendo una especie de convergencia espontánea hacia un estándar andaluz entre universitarios, por ejemplo, que hace que cada día sea más difícil diferenciar a un estudiante de Málaga de uno de Huelva, o a uno de Sevilla de otro de Granada. Sin duda es el resultado intuitivo de depurar vulgarismos, aparcar localismos y buscar rasgos de identidad común, como pueden ser el seceo -distinguir s/z donde lo normal es que pleiteen seseo y ceceo-, o aspirar regularmente las implosivas (Ehpaña, loh andaluce, España, los andaluces), amén de un léxico y una fraseología que desde luego van dejando riquezas diferenciales por el camino, a cambio de encontrar aspectos unitarios.A esa nueva generación que ya no tiene el más mínimo complejo en hablar como mejor se le da a entender, pero por supuesto sin imitar el habla de Castilla, pertenece sin duda la actriz sevillana Paz Vega. Con la soltura de la edad -24 años- y no obstante un largo aprendizaje en guiones muy variados, ha terminado imponiendo a todos sus papeles ése que podríamos denominar andaluz joven y urbano, sea cual sea el origen o la situación del personaje. De hecho, casi se inició en este registro hace cinco años, cuando encarnó a La princesa que nunca se reía, una miniserie de Canal Sur Televisión, donde no sólo no le pedimos que se expresara en castellano, sino que le animamos a que lo hiciera en su andaluz natural: ¡No, otro malabarihta no, por favor! ¿Reírme sin gana? ¿Y eso cómo se hace? ¡Esoh príncipe, son tan ehtúpidoh y engreído!
Mucha gente se sorprendió de que una princesa utilizara la pronunciación cotidiana de los jóvenes de ahora, pero así es como funcionó aquel invento, que hoy ya es moneda corriente en las producciones de la cadena autonómica. En la comedia de situación de Tele-5, 7 vidas, Paz Vega sigue administrándose en su andaluz culto natural: ¡Como si no necesitarah el trabaho! Tampoco hace falta que te parehcah a Colombo! ¡Trae p'acá! (12.12.99). "Natural" no quiere decir que no sea consciente de la importancia que tiene esa resolución. En unas declaraciones del 20 de febrero, y a propósito del éxito de Solas, decía: Eh la imagen que tiene la gente de fuera de loh andaluce. Solah rompe con esoh tópicoh totalmente. Y llevará esa misma modernidad y esa misma desinhibición a otros niveles del idioma, como puede ser a una sintaxis compleja, casi de coloquio a la puerta de un bar: Berlanga m'encanta. Pienso que es un direttor que tiene una manera muy personal. (Obsérvese que incluso cuando más se acerca al castellano central no puede evitar esa t geminada de direttor). Me guhta hacer comedia y yo mihma me río de lo que hago. Yo soy una payasa. Pierdo todo atihbo de timidez, pero...no sé, a mí eh que guhta mucho un drama, me guhta mucho un yanto, un ay pero qué pena. Y qué pena que se nos haya acabado el espacio para seguir con la loa de este andaluz joven, urbano, culto y profesional.
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