Los críticos de Romero piden que una gestora dirija el proceso hacia una asamblea extraordinaria

El coordinador andaluz de IU, Antonio Romero, tiene cada vez más difícil su continuidad en el cargo. Aunque la intención de la actual dirección autonómica, respaldada por el PCA, es un cierre de filas en torno a Romero hasta la Asamblea Federal, los sectores críticos, que estos días están celebrando asambleas locales, piden la apertura de un proceso de renovación "profundo" más inmediato en un congreso extraordinario. Los críticos proponen que una gestora, en la que se integren todas las corrientes, conduzca los cambios hasta que haya nueva dirección.

El próximo domingo el Consejo Andaluz, máximo órgano entre asambleas, integrado por más de un centenar de miembros, deberá ratificar al actual coordinador andaluz. La votación, que será secreta, fue la fórmula que eligió Romero para responder al aluvión de críticas que recibió su gestión tras el descalabro electoral del 12 de marzo (de 13 a seis escaños y la pérdida de casi la mitad de los votos). El sector afín a Romero -cuyo principal mentor es el secretario general del PCA, Felipe Alcaraz- espera que el coordinador reciba la confianza del Consejo Andaluz y, aunque en un principio se intentó aguantar su relevo hasta la convocatoria ordinaria de la asamblea de 2002, ya se señala una extraordinaria en otoño para cambiar la dirección.En el caso improbable de que el Consejo Andaluz del domingo cese a Romero (por el momento tiene la mayoría), Alcaraz pretende que se elija un nuevo equipo sin necesidad de adelantar la asamblea extraordinaria al verano. Sin embargo, los críticos -entre los que se encuentran el CUT del alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, y los miembros del PCA contrarios a Romero- son partidarios de que una gestora, en la que participen todas las corrientes, encauce el periodo transitorio.

En este sentido se pronunció ayer la coordinadora provincial de Sevilla y anterior portavoz de IU en el Parlamento andaluz, Concha Caballero, quien apostó por una renovación con la participación de las bases: "No es lógico que la asamblea la conduzcan los mismos de siempre, porque si no se cambiarán algunos cargos para que todo quede igual". Caballero añadió que una dirección interina supondría un desgaste adicional para la difícil situación que atraviesa la federación, y lo conveniente es abrir el debate a las bases para que la militancia opine y decida el nuevo rumbo que debe emprender IU.

La coordinadora de Sevilla adelantó que en el Consejo Andaluz planteará abiertamente que éste es el momento de renovar cargos y políticas y abogó por que el órgano fije una fecha para la asamblea extraordinaria, que puede celebrarse unos días antes que la federal, prevista para noviembre o diciembre, o antes del verano.

Por la última fecha apostaron los componentes de 35 asambleas locales de seis provincias -Sevilla, Málaga, Córdoba, Cádiz, Huelva y Granada-, que se reunieron el domingo en la localidad sevillana de El Coronil. El alcalde de este municipio, Diego Cañamero, del CUT-BAI, informó de que los asistentes a este encuentro demandaron un cambio de ideas, cargos y organización. El primer paso sería la dimisión de Romero y la actual Ejecutiva y la constitución de una gestora el mismo día 2.

Antonio Romero fue reelegido coordinador de Andalucía el pasado mes de noviembre, en una asamblea en la que sus adversarios renunciaron a plantear una alternativa por la inmediatez electoral de marzo. Ya en esa asamblea quedó abierta la posibilidad de celebrar otra extraordinaria, tras las elecciones, si se confirmaban los malos augurios electorales.

El actual coordinador comunicó el 17 de marzo a la ejecutiva de IU andaluza que dejaría el cargo en unos meses, aunque en la conferencia de prensa posterior lo negó y aseguró que si obtenía la confianza del Consejo Andaluz seguiría en la dirección hasta que se convocara la asamblea ordinaria. La batalla presentada por las asambleas provinciales, comarcales y locales -algunas, incluso, disueltas, como la Campo de Gibraltar- para propiciar cambios inmediatos, ha forzado un giro de postura. El PCA, que se reunió también el pasado domingo, acordó sostener a Romero y su equipo sólo hasta el otoño, tiempo suficiente para acudir a la asamblea federal con una sola voz.