Aznar busca sumar el apoyo del diputado del Partido Andalucista a su investidura

El PP se empleará a fondo esta semana en otra ronda de contactos con sus socios nacionalistas, CiU y Coalición Canaria, para recabar el mayor número de aliados en la investidura de José María Aznar, prevista a finales de abril. El PP quiere sumar a esos apoyos al diputado del Partido Andalucista, José Núñez, aprovechando el conflicto interno que vive esa formación, para que Aznar obtenga 203 votos, más de los que tenía el PSOE en solitario en 1982, aunque menos de los que logró entonces Felipe González en su investidura.

La segunda tanda de conversaciones entre los interlocutores del PP (Rodrigo Rato, Mariano Rajoy, Javier Arenas y los respectivos presidentes regionales) con los de CiU y de CC empezará mañana. Y se pretende que sean más discretas y operativas que las primeras. En el PP (183 escaños) ya cuentan con el voto afirmativo de los cuatro diputados de CC para la investidura y para el resto de la legislatura. Con la boca más pequeña, también admiten que es posible la renovación de su alianza con los nacionalistas catalanes, que disponen de 15 actas en el Congreso.Para atraerse de nuevo la confianza de CiU, en el PP esgrimen el compromiso de ese partido en las últimas legislaturas en favor de la estabilidad de los Gobiernos de Madrid; sus similitudes programáticas y, sobre todo, que sus diputados ahora ya no son tan imprescindibles. Algo que no le ocurre a CiU en Cataluña, donde precisa de los populares para aprobar en estos momentos los prorrogados presupuestos de la Generalitat. La mayoría absoluta del PP en Madrid les permite actuar con un plus de generosidad para evitar la sensación de rodillo, pero desde una posición de control.

Escenario que se aprecia ya hasta en detalles como la valoración que se ha hecho desde el PP sobre la reciente cumbre nacionalista de la Declaración de Barcelona. Aznar la ve como un "agujero". Pere Esteve, secretario general de Convergencia Democrática de Catalunya e interlocutor de la delegación de CiU con el PP, apuntilló ayer que no se puede pedir sus votos para la investidura si se pretende marginar el significado de esa Declaración.

Al margen de esos juegos dialécticos y políticos previos y consustanciales a toda negociación, en el PP quieren sumar el mayor número de diputados posibles en la investidura de Aznar.

El secretario general del PP, Javier Arenas, ha llamado ya al diputado electo del Partido Andalucista, José Núñez, para felicitarle y para abrir un camino de diálogo con esa formación. Ayer, Alejandro Rojas Marcos, el presidente del PA, reveló que aunque desde el PP todavía no se han puesto en contacto oficialmente con él para negociar, no excluye esa posibilidad. Sobre todo si el presidente socialista andaluz, Manuel Chaves, le relega en sus negociaciones para decidir el Gobierno de la Junta. Un hipotético respaldo del PA a Aznar abriría el abanico de posibilidades y de pactos futuros para el PP en esa comunidad, hasta hace poco uno de sus agujeros negros electorales.

Un marcador en la investidura de Aznar con 203 escaños, superando por uno los 202 alcanzados en 1982 por el PSOE, es algo más que un sueño para el líder del PP. En cambio, batir el récord de Felipe González en aquella investidura (obtuvo 207 votos, con el apoyo del PCE, el CDS y Euskadiko Ezquerra) parece imposible. Y más si se descarta de partida cualquier colaboración con los siete diputados del PNV mientras sigan en el Pacto de Estella.