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Castellón se entrega a las fiestas de la Magdalena

Los vecinos de Castellón tomaron la calle ayer al mediodía para conmemorar un año más sus fiestas de carácter fundacional. Más de 200 actos festivos programados jalonarán esta semana grande. El estruendo de 56 carcasas, tantas como ediciones de fiestas vienen celebrándose con el actual formato en la capital castellonense, anunciaron el inicio de la Magdalena 2000. Uno de los platos fuertes fue el estreno mundial anoche de Déus o bèsties, el nuevo montaje del grupo Xarxa Teatre. La compañía, radicada en Vila-real, tenía una deuda contraida con la Junta de Fiestas con la que colabora estrechamente desde hace años. Este año, el nuevo espectáculo de este grupo se puso en escena coincidiendo con el inicio de las fiestas. Miles de personas se agolparon en el parque de Ribalta para ver esa representación basada en el mito del toro y en el que hubo un derroche de luz (250.000 watios), de música (21 temas inéditos) y de material pirotécnico.

Doce escenas, a través del trabajo de 13 artistas y músicos, ofrecieron una lectura a través de la historia de la relación entre la cultura occidental y el dios toro. La obra mostró, sobre un aparatoso escenario de más de 10 metros de altura, la particular visión de un rito divino que se entremezcla con el juego lúdico. Durante más de una hora, los castellonenses se rindieron de nuevo a esa gigantesca puesta en escena de este grupo, uno de los más internacionales de la Comunidad Valenciana.

El inicio de las fiestas de Castellón están marcadas por el homenaje popular que se le rinde a la figura del rey Jaume I. Este simbólico acto, con un cuarto de siglo de vida, está organizado por la Germandat del Cavallers de la Conquesta. Esta asociación, que encarna a los primeros pobladores de Castellón llegados hace 749 años, está integrada por cerca de un millar de socios que entre bailes, excursiones y diversión intentan mantener vigente la memoria histórica de Castellón.

El Prohom de esta entidad, Carlos del Río, ante miles de castellonenses, acompañado del alcalde, José Luis Gimeno, y Na Violant d'Hongría, el papel de esposa de Jaume I que asume este año Lala Canella, ofrecieron una corona de laurel al pie del monumento al rey conquistador. En el acto también se dio lectura a la Llicència de Trasllat de 1251, la carta puebla, otorgada por el propio rey natural de Montpelier y por la que se accedía a cambiar el emplazamiento del Castell Vell al actual enclave, situado en el llano.

Por la tarde se celebró el Pregó, un desfile con medio siglo de vida, que reunió a más de 3.000 participantes de distintas poblaciones castellonenses. Esta peculiar cabalgata reunió diversos aspectos mitológicos, así como algunas filaes de moros y cristianos procedentes de Concentaina.

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