Madrid-Manchester, Chelsea-Barcelona y Valencia-Lazio, tras un confuso sorteo
Tras una ceremonia no exenta de confusión, en la que la primera eliminatoria sorteada, que enfrentaba al Chelsea y al Bayern, saltó hecha añicos, Barça, Real Madrid y Valencia conocieron ayer sus rivales de los cuartos de final de la Liga de Campeones. El sorteo, celebrado en Nyon, decidió que el Barça se enfrente al Chelsea, el Valencia al Lazio y el Madrid al Manchester. Los azulgrana iniciarán la eliminatoria fuera de casa, a diferencia de los otros dos representantes españoles. El sorteo también decidió que el Barça y el Madrid, en caso de clasificarse, no se vean las caras hasta la final.
La UEFA había advertido de que el sorteo no sería del todo puro, pues se seguían ciertas reglas prestablecidas. Así, los primero clasificados en cada uno de los grupos de la recientemente finalizada segunda fase se enfrentarían con uno de los cuatro segundos de un grupo distinto al suyo, y disputarían su segundo partido fuera de casa. Y bajo esa premisa se colocaron en sendos recipientes (que dividían a los primeros y segundos de la fase anterior) las ocho bolas rojas, en cuyo interior se guardaban los nombres de los equipos. Jean-Fournet Fayard, vicepresidente del Comité de Competición de la UEFA, extrajo la primera bola. La abrió, desenroscó el papelito, y leyó: Chelsea. Su colega Viacheclav Koloskov hurgó en su correspondiente copa de cristal e hizo lo propio, descubriendo el nombre del Bayern Múnich.La siguiente bola en salir fue la del Valencia; y a continuación, la del Manchester. Primera prohibición. Ambos equipos habían coincidido en la fase anterior. Por ello, se extrajo otra bola del segundo recipiente, que resultó ser la del Lazio. Sólo quedaban en liza cuatro equipos (Barça, Manchester, Madrid y Oporto) y, dado que los azulgrana no podían enfrentarse ni al Manchester -pues ambos fueron primeros de grupo- ni al Oporto -con quien jugó la fase anterior- sólo existía una eliminatoria posible: Real Madrid-Barcelona.
Así lo entendió, por ejemplo, Joan Gaspart, que seguía el sorteo por televisión desde la sede del Comité Olímpico Español, y que abandonó precipitadamente la estancia dejando escapar un significativo "vaya por Dios". Pronto le sacaron de su error y respiró tranquilo. No había duelo Madrid-Barça. Gerhard Aigner, Director Ejecutivo de la UEFA y, por ello, de la ceremonia, informó que se sortearían los otros dos partidos. Y como el Madrid salió emparejado con el Manchester, para la cuarta y última eliminatoria no quedaban otros protagonistas que el Oporto y el Barça, cuyo cruce no era posible.
Pero la UEFA, en previsión de que ocurriera algo así, había avisado a los presentes, según declaró Juan Onieva, vicepresidente del Madrid, que si el cuarto partido cruzaba a dos rivales incompatibles, como era el caso de portugueses y azulgranas, el que de éstos hubiera sido primero de su grupo en la fase previa, el Barcelona en este caso, sustituiría al que estuviera en su misma situación en la primera eliminatoria sorteada. De este modo el Bayern se vio sin el rival que la suerte le había colocado delante, el Chelsea, y quedó emparejado con el Oporto. Y los ingleses del Chelsea, con el Barça.
Además de los principios generales del sorteo, el pasado martes, la UEFA hizo público un comunicado en su dirección de Internet. En el mismo se podía leer lo siguiente: "Si tres equipos españoles entran en el sorteo, el FC Barcelona y el Real Madrid, como campeón de la Liga doméstica y segundo jugarán en días separados". De alguna forma la UEFA -cada vez más receptiva a las sugerencias de las cadenas de televisión, su principal fuente de ingresos-, respondía así a la petición que desde el inicio de la competición han hecho las cadenas: que los equipos de un mismo país no jueguen el mismo día en beneficio de alcanzar mayores audiencias.
La fortuna r permitió ayer que así sea en el caso de los dos equipos ingleses que sobreviven en la Liga de Campeones -Manchester y Chelsea- y dos de los tres españoles -Madrid y Barça-. El Madrid jugará los días 4 y 19 de abril, primero en el Bernabéu y luego en Old Trafford, en una eliminatoria que ha unido a los dos últimos campeones del torneo. El Barça se medirá al Chelsea el 5 y el 18 del mismo mes, la ida en Londres y la vuelta en el Camp Nou. En las mismas fechas que los azulgrana lo hará el Valencia, que arrancará en Mestalla y cerrará estos cuartos de final en el Olímpico de Roma.
El sorteo dejó también establecidos los cruces de semifinales, en los que España, en caso de colocar a sus tres equipos, conseguiría lo que ningún país ha conseguido en la historia. Tal y como quedó esa penúltima ronda, Barcelona y Real Madrid sólo podrían enfrentarse en la final que se jugará el próximo 24 de mayo en el estadio Saint Denis, en París.
Gerard: "La UEFA pone las bolitas donde quiere"
La confusión reinante durante el sorteo despertó cierto escepticismo en Gerard López, el centrocampista catalán del Valencia. Previamente, el jugador mostró su agrado por enfrentarse al Lazio y, a continuación, se mostró extrañado por la forma en la que se realizó el sorteo. Recalcó que para el fútbol español "es bueno" que no se enfrenten equipos entre sí, pero apostilló que, dado que había un sorteo, éste debería ser puro y "no colocar las bolitas donde la UEFA quería cada vez que salían".El sorteo de Nyon casi provoca un susto de muerte a Joan Gaspart, vicepresidente del Barça. Gaspart vio el sorteo por televisión desde el Comité Olímpico Española y, cuando en un primer momento parecía que el Barça iba a quedar emparejado en cuartos de final con el Real Madrid, se le puso "un dolor de cabeza tremendo", que le hizo desaparecer con la misma rapidez que se descartó esa posibilidad. Tal fue el susto que Gaspart dio la espalda a la televisión de inmediato y se marchó convencido de que el club que vicepreside tendría que medirse al Madrid. Luego, se lo aclararon y respiró: "No quiero una final contra el Real Madrid, mis sentimientos de españolidad no llegan a este extremo".
Las entradas para la final ya están en Internet
Todavía faltan dos meses para la final de la Liga de Campeones, pero la UEFA, previsora, y para evitar los problemas surgidos en las últimas ediciones, ya ha puesto en venta las entradas para el partido, que se jugará el 24 de mayo en el estadio Saint Denis, en París, el mismo que albergó la final del Mundial de 1998.Los internautas podrán pedir un máximo de dos entradas en la dirección www.clubfinals.uefa.com hasta el 14 de abril, y el precio oscilará entre 5.000 pesetas, las más baratas, y 18.000, las más caras. El problema, quizás, es que los partidos de vuelta de las semifinales se juegan el 18 y el 19 de abril, o sea, cuatro y cinco días después de que venza el plazo electrónico.
- Tres suspendidos. Guti, centrocampista del Real Madrid, Frank Leboeuf, defensa del Chelsea, y Fernando Couto, central del Lazio, no podrán jugar el partido de ida de los cuartos de final. Guti y Couto fueron expulsados en la última jornada de la segunda fase, mientras que el francés del Chelsea recibió el miércoles su tercera tarjeta amarilla.
- El Barça, favorito. El equipo de Louis Van Gaal es el que menos dividendos paga en las casas de apuestas británicas, apenas tres libras o euros o pesetas por cada una invertida, si el Barça gana el 24 de mayo su segunda Copa de Europa. Detrás, por muy poco, se ubican el Manchester United, que pagaría 100 unidades por cada 30 apostadas (3,33 por cada una), el Bayern Múnich (7 a 2) y Lazio (4 a 1). Y un poco más atrás, el Madrid (9 a 1), Chelsea (14 a 1), Valencia -el segundo menos favorito para los ingleses- (16 a 1), y el Oporto (33 a 1).
- Semifinales de la UEFA. También se sortearon ayer los emparejamientos de semifinales de la Copa de la UEFA (6 y 17 de abril) , que el jueves, tras las derrotas de Celta y Mallorca, se quedó sin representantes españoles. El Galatasaray, verdugo del Mallorca, se enfrentará al Leeds (ida en Estambul); y el Lens, que eliminó al Celta en cuartos y al Atlético en octavos, se medirá con el Arsenal (ida en Londres).
- El morbo del Piojo. El sorteo ha deparado para el Piojo López una curiosa coincidencia: su pase al Lazio, rival del Valencia en cuartos de final, lleva danzando más de un año, y durante mucho tiempo se ha considerado un hecho. Pues bien, no podía tener mejor oportunidad el delantero argentino que ésta para mostrarse frente a sus próximos aficionados. Seguramente los romanos querrán que el Piojo juegue bien, pero no tanto, no sea que les arruine la eliminatoria. Cañizares, portero del Valencia, se refirió a ello: "Claudio podrá demostrar por qué el Valencia y el Lazio se pelean por él", dijo.
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