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LA CRISIS DEL PSOE

Los socialistas deben elegir hoy entre un congreso ordinario o extraordinario

Los socialistas quieren solucionar su crisis "lo antes posible" y convocar un congreso a la mayor brevedad. Lo más rápido sería uno extraordinario, pues el fin de semana del 21 al 23 de julio es la fecha más cercana que los estatutos del partido prevén para celebrar uno ordinario. Pero los secretarios regionales reunidos ayer con Manuel Chaves quieren evitar la provisionalidad que supone un congreso extraordinario, que, en la práctica, llevaría a elegir a dos direcciones en un año. Hoy decidirán si el congreso es ordinario o extraordinario.

Manuel Chaves dejó ayer a "expensas de lo que vote el comité federal" hoy la decisión de convocar un congreso ordinario o uno extraordinario para solucionar la crisis del PSOE y elegir a un nuevo secretario general. Juan Carlos Rodríguez Ibarra defenderá que sea extraordinario porque el reglamento del comité -en su capítulo 3, artículo 7º, apartado ñ- afirma que uno de las competencias de ese órgano es "cubrir las vacantes que se produzcan", pero que cuando estas vacantes "afecten al secretario general o a la mitad más uno de los miembros de la Comisión Ejecutiva Federal", como es el caso, el comité deberá convocar un congreso extraordinario para la elección de una nueva ejecutiva, es decir una nueva dirección. El primer problema es que ese congreso extraordinario tendría un único mandato, elegir a la nueva dirección del partido, y su celebración no exime de fijar, antes de junio de 2001, el 35º Congreso del PSOE.

Si el comité federal decide que se celebre un congreso extraordinario podría desarrollarse, como muy pronto, el fin de semana del 1 de mayo, ya que, según el artículo 37º de los estatutos federales del partido, deben pasar al menos 40 días desde la convocatoria hasta la celebración de estas asambleas extraordinarias.

Ese hipotético congreso extraordinario elegiría a un nuevo secretario general y a una nueva dirección, pero no tendría mandato para discutir, por ejemplo, sobre la estrategia política. Además, entre junio de este año y junio de 2001, el PSOE tiene que convocar su 35º Congreso, pues los extraordinarios no entran en el cómputo. Es decir, si el comité federal decide hoy convocar un congreso ya, el PSOE se verá abocado a celebrar dos en un año: el extraordinario, como muy pronto el 1 de mayo, y el ordinario (el 35º) antes de junio de 2001; y la dirección y el líder que elija el extraordinario podría ser avalada o no por el ordinario.

Para evitar esa provisionalidad Joaquín Almunia propuso, la misma noche del 12-M, al anunciar su dimisión, que una gestora se hiciera cargo provisionalmente de la dirección socialista hasta la celebración del 35º Congreso. Si el comité federal opta por convocar ese congreso ordinario, deben pasar -porque así lo marcan los estatutos- al menos cuatro meses hasta su celebración y esto lleva al fin de semana del 21 al 23 de julio sugerido por Almunia.

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