"Los corresponsables del fracaso electoral no debemos dar consejo"

María Antonia Martínez, senadora por Murcia, fue la primera secretaria regional del PSOE que presentó su dimisión tras conocer la renuncia de Joaquín Almunia por el fuerte retroceso electoral sufrido el 12-M. La ex presidenta de la comunidad de Murcia decidió dejar su cargo esa misma noche.Pregunta. ¿Por qué presentó su dimisión el domingo?

Respuesta. Porque, como secretaria general de mi federación y coordinadora de la campaña, me siento corresponsable de los resultados de estas elecciones. Tanto de la campaña como de toda la fase previa, que creo ha sido determinante. Presenté la dimisión por coherencia y porque creo que los ciudadanos, tanto los que nos votan como los que están cercanos, pero no nos votaron, necesitan mensajes claros de asunción de responsabilidades.

P. Otros han seguido su ejemplo. ¿Han avisado para que el último apague la luz?

R. No, ni mucho menos. Lo que creo es que las direcciones regionales y nacionales de nuestro partido somos corresponsables de toda la última fase, ya que fuimos los secretarios generales de las distintas federaciones quienes presionamos a Almunia para que siguiese al frente del partido después de ese proceso largo y tortuoso de las primarias y hemos sido también copartícipes del diseño de la campaña electoral.

P. ¿Quiénes deben componer la gestora que dirija el partido hasta el Congreso?

R. Me parece que no sería justo prescindir de toda la dirección porque no todo el mundo ha tenido la misma capacidad de decidir. Hemos perdido las elecciones, pero no podemos perder el juicio. Creo que habría que buscar una buena combinación de personas de fuera de la dirección y alguna gente de dentro.

P. Esa dirección tendrá que proponer un secretario general. ¿Qué perfil debería tener?

R. Aquellos responsables de la dirección del partido que hemos dimitido, que están dimitiendo o van a dimitir reconociendo su corresponsabilidad en el fracaso, no debemos dar consejo. Hemos sido corresponsables durante estos últimos años en tomar decisiones que el tiempo ha demostrado erróneas. Pero, a título muy personal y particular, buscaría una persona con una buena dosis de experiencia y solvencia política y que no tuviera mucho que ver con la etapa del partido que ahora termina.

P. ¿Debe ser diputado?

R. Sería conveniente porque es más eficaz, pero no es imprescindible. Dentro del grupo parlamentario y fuera de él hay personas que tienen ese perfil. Es importante que se dé al partido en su conjunto la posibilidad de debatir no sólo sobre las personas, sino también sobre lo que los ciudadanos nos han dicho en estas elecciones.

P. Los ciudadanos no parecen haber apoyado mucho el pacto con IU.

R. Creo que las causas de la caída electoral superan a ese acuerdo y vienen de más atrás. Hemos tenido un proceso de primarias muy largo y tortuoso y los ciudadanos han percibido que estábamos en lo nuestro y no estábamos en lo suyo. Si a eso se suma la falta de un liderazgo sólido y bien definido, y de claridad del mensaje, echar la culpa al pacto con IU sería injusto. La abstención parece indicar que, desde luego, la izquierda en su conjunto no se ha movilizado. Habrá que ver qué parte de esa izquierda es nuestra y qué parte es de IU.

P. Para elegir al líder del partido, ¿repetiría las primarias?

R. Defendí en su momento el proceso de primarias y sigo pensando que es un buen procedimiento de selección, pero siempre que se use debidamente y para los fines que se previó. No si se utiliza como forma de medir el peso orgánico de una "sensibilidad" del partido o de otra. Creo que nos ha perjudicado bastante. Si los ciudadanos perciben que no estamos en condiciones de gobernar nuestra casa, no nos van a dar la confianza para gobernar la suya.

P. ¿Debería ahora haber primarias?

R. No podría haberlas, puesto que es el congreso el que tiene que definir los procedimientos. Más que unas primarias, lo que procede ahora es que haya un gran debate dentro del partido, desde las asambleas hacia arriba.