El fiscal pide 20 años de cárcel para una mujer acusada de matar a su bebé
El fiscal solicita 20 años de prisión para Pilar H. G., de 29 años, acusada de asesinar el 31 de diciembre de 1998 a su hijo de tres meses de edad en su domicilio de Alcalá de Henares. Está previsto que la joven preste hoy declaración en la vista oral, que se celebrará en la Audiencia Provincial. Según el escrito fiscal, difundido por Europa Press, la acusada golpeó en la cabeza al pequeño, cuya identidad se correspondía con las iniciales Y. H., "con intención de acabar con su vida, causándole lesiones de tal envergadura que le produjeron la muerte". El bebé ingresó a primeras horas de la tarde de Nochevieja en el hospital Príncipe de Asturias, pero los médicos aconsejaron su traslado a la sección de Pediatría del Ramón y Cajal, debido a la gravedad de su estado y a la desnutrición que padecía.
Los padres del menor, José Antonio Y. N., de 34 años, y María del Pilar, fueron detenidos como presuntos autores de malos tratos y el juez de guardia decretó la libertad con cargos del padre y el ingreso en prisión preventiva de la madre, que desde entonces se encuentra en la cárcel de Soto del Real.
Según el parte médico de los citados hospitales, el pequeño ingresó con parada cardiorrespiratoria muy grave. Asimismo, tenía múltiples traumatismos y golpes en la cabeza y en la espalda y mostraba signos de no haber comido en varios días. A las cuatro menos cuarto de la mañana del día 1, el bebé falleció.
Estaba "malito"
Tras ser detenido, José Antonio declaró que, al regresar de su trabajo, halló a su mujer sentada en la cama meciendo la cuna del pequeño porque estaba "malito". En su versión, afirma que intentó reanimar a su hijo con el boca a boca y masajes cardiacos, pero al ver que no se recuperaba lo trasladó al hospital.
Pilar negó haber maltratado al niño y aseguró que los golpes en la cabeza se le habían producido a cuando se escurrió en el lavabo mientras lo bañaba. En cuanto a los traumatismos de la espalda, ambos padres explicaron que podían deberse a los masajes para reanimarle. La pareja tiene otro hijo de tres años, que reside con sus abuelos maternos.
