PILAR PULGAR FRAILE. La primera alcaldesa del Rey
Aceptó el nombramiento de alcaldesa de Palos de la Frontera (Huelva) con el cadáver de Franco caliente. Tanto que tomó posesión al día siguiente de que España amaneciese con un nuevo Jefe de Estado. Pilar Pulgar Fraile (Moreda de Aller, Asturias, 1930) prefiere decir que fue la primera regidora municipal "del reinado de Juan Carlos I" que la última alcaldesa franquista. Hasta el 25 de noviembre de 1975 no había estado involucrada en política, sus círculos eran los del Colegio Universitario de Ciencias Empresariales de La Rábida (Huelva), donde impartía clases.Recuerda que prometió " fidelidad a la Corona", pero a sabiendas de la peculiaridad de su nombramiento -"a dedo"- se negó a sentarse en el sillón institucional de la alcaldía durante los tres años (1975-79) de tránsito hasta las primeras elecciones democráticas de los ayuntamientos. Pulgar todavía conserva fotografías publicadas en periódicos locales donde aparece sentada a la derecha de una silla vacía: "Me tomé tan en serio que no era una alcaldesa democrática que me negué a ocuparla". Casi como una revancha, Pilar Pulgar logró un baño de legitimidad democrática aplastante. En las urnas, en el 79, obtuvo, como cabeza de lista de una candidatura independiente, 11 de los 13 concejales de la corporación. Sentarse en la silla, con esa lluvia de sufragios detrás, le proporcionó uno de los mayores gustazos de su vida política. Sacó, además, tantos votos que la catapultaron directamente a la Diputación de Huelva por delante de PSOE y Alianza Popular en representación de la comarca.
De su gestión municipal en la primera época -volvería a la alcaldía entre 1991 y 1995- se vanagloria de inaugurar la primera casa de la cultura de la zona y poner en marcha cursos nocturnos de idiomas, música y alfabetización. La formación, opina, es la raíz del progreso personal.
Pero Pulgar ha dejado atrás su actividad municipal. Desde el pasado 12 de marzo es una de las parlamentarias electas del PP por Huelva. Su inclusión en la lista a la Cámara autonómica, en detrimento de la joven Beatriz Martín Ovando, provocó extrañeza en el aparato provincial. Órdenes son órdenes, sin embargo. Y Pulgar, bendecida desde altas instancias del partido y del Gobierno -algo que admite con cierta risa- regresará a la Cámara autonómica, donde ya ocupó un escaño en la primera legislatura. Entonces, entró como independiente en las listas de la Unión de Centro Democrático, unas siglas que siguió arropando cuando ya el grupo parlamentario hacía aguas por muchas partes. "Me quedé defendiendo el rosquito hasta el final", rememora.
En la antesala de una nueva legislatura, Pilar Pulgar confiesa que desearía seguir trabajando en áreas relacionadas con asuntos exteriores. Desde 1996 ha desarrollado una extensa actividad en el Parlamento de Estrasburgo -en áreas de igualdad de oportunidades, asuntos sociales e infancia- y fuera de él, como observadora internacional en las elecciones de países de la Europa del Este. El próximo jueves se desplazará hasta Rusia para el seguimiento electoral. De estos periplos recibió con grata sorpresa el comportamiento democrático que percibió en Ucrania: "La gente votó sin ninguna presión de los partidos políticos, que fueron muy respetuosos".
Sus ocupaciones actuales podrían intuirse hace unas décadas, cuando Pulgar residió en Caracas (Venezuela) y Cleveland (Estados Unidos). En la capital venezolana, dirigió el cuerpo de paz fundado por John F. Kennedy como una especie de misión seglar en la que participaban 400 voluntarios demócratas.
Ahora defiende el control de la natalidad en los países del Tercer Mundo para atajar la explosión demográfica, una de las cuestiones que más le preocupan, al igual que la situación de la infancia: "Los años han pasado y siguen los niños en las calles tapados con cartones como en Brasil".
Pilar Pulgar, cuando no está cambiándose de avión, se relaja con paseos por la playa y leyendo. Apenas se sienta ante el televisor, excepto para los noticieros. Admite que echará de menos el Congreso -fue portavoz adjunta en la comisión de asuntos exteriores-, pero asegura que su capacidad de adaptación es enorme y que "agradece" que la llamen a "trabajar por Andalucía".
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