Aznar insta a CiU y Coalición Canaria a que asuman puntos claves del programa popular

José María Aznar ofreció ayer su programa de gobierno a CiU y Coalición Canaria para que sean ambos partidos nacionalistas quienes determinen "su grado de compromiso" con el Ejecutivo que presidirá a partir de la última semana de abril. Esta vez el diálogo tomará como base el proyecto de los populares, del que sus hasta ahora socios tendrán que asumir algunos puntos claves. El jefe de Gobierno en funciones anunció que su prioridad en el calendario será el diálogo social con los sindicatos, que iniciará la próxima semana y destacó su intención de continuar con las políticas económicas de estabilidad.

En su primera rueda de prensa tras su victoria electoral del pasado domingo, celebrada ayer en La Moncloa tras el Consejo de Ministros, Aznar no ocultó la fuerza política de su mayoría absoluta. La recordó varias veces en su larga intervención, trufada de bromas, en la que no reprimió su satisfacción por su rotundo éxito en las urnas.Manifestó esa fuerza, en primer lugar, al señalar el grado de colaboración posible de su Gobierno con los nacionalistas de CiU y CC. Reiteró que está dispuesto a dialogar con ambas formaciones, pero aclaró que sería sobre la base de su proyecto, y no sobre el de los nacionalistas. A partir de ahí serán los nacionalistas quienes elijan su "grado de compromiso" con su Gabinete. "Los españoles nos han dado una mayoría porque han entendido la importancia de un proyecto nacional. Tendría gracia que un Gobierno fuera juzgado no por la aplicación de su proyecto sino por el de los demás", aclaró. Los responsables de CiU ya han mostrado su disposición a no poner límites a ese diálogo con los populares si bien reclamaron que correspondan a la lealtad con que han actuado los catalanes.

Aunque Aznar apuntó que en la próxima semana se reunirán delegaciones del PP con otras de CiU y CC para conversar, que no negociar, con el objetivo de "buscar puntos de encuentro", subrayó también que su prioridad no está en un encuentro con Jordi Pujol, sino con los interlocutores sociales. De modo que la primera fotografía de Aznar en La Moncloa no será con el presidente de la Generalitat sino con los líderes de UGT y CC OO, Cándido Méndez y Antonio Gutiérrez, y de la patronal CEOE, José María Cuevas, la próxima semana, con toda seguridad. Un claro síntoma de lo que será la nueva legislatura, en la que Aznar ya no dependerá de los nacionalistas, en contraste con la anterior.

España, una

Aznar ofreció ayer a CiU y CC su campo de juego para que ellos elijan hasta dónde quieren llegar en sus acuerdos y lo resumió en algunos puntos básicos. El primero de ellos es políticamente muy significativo, tras unas elecciones en las que Aznar ha concluido que su proyecto nacional ha salido fuertemente avalado: "Mantener la estabilidad constitucional e institucional de una nación plural como España", aunque introdujo un matiz ínédito otrora: "España es primero, una, y luego, plural".

Su segundo objetivo es intentar acabar con la violencia terrorista. Afirmó que no alterará su estrategia de "firmeza democrática" frente a ETA y tampoco prevé ningún encuentro institucional para recuperar el consenso antiterrorista, roto con el Gobierno vasco y el PNV, y debilitado con el PSOE durante la confrontación electoral.

Su tercer objetivo es continuar con las políticas económicas de estabilidad con el objetivo del pleno empleo, entre las que situó la "imprescindible" nueva reforma fiscal, más liberalización y más competencia. En este terreno existe un amplio campo de acuerdo de Aznar con los nacionalistas.

La renovación del Pacto de Toledo y el impulso a la política social fue el cuarto punto citado por Aznar y en él sitúa el encuentro con los sindicatos. Anunció que dará prioridad a las reformas sociales y adelantó que "seguirá trabajando desde el éxito de la reforma del mercado laboral de 1997".

El modelo de financiación autonómica, que Aznar citó en quinto lugar, será un asunto crucial en el diálogo con los nacionalistas. El presidente en funciones anunció ayer que, aunque el actual modelo -de cesión del 30% del IRPF a las comunidades autónomas con capacidad normativa- sigue vigente hasta 2001, es "importante" que se inicien las tareas para su renovación en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Será uno de los puntos básicos que se pondrán sobre la mesa la próxima semana en el primer encuentro entre delegaciones del PP y CiU.

La mejora de la Administración de Justicia; la mejora de la calidad de la sanidad y de la enseñanza, con el Plan de Formación Profesional; el Plan de Infrestructuras, el Plan Hidrológico Nacional y la proyección internacional de España completan la acción de gobierno que Aznar anunció ayer y cuya ordenación en prioridades establecerá en su debate de investidura que celebrará en el Congreso de los Diputados la última semana de abril, previamente a la formación de su Gobierno.

Remitió precisamente al citado debate su calendario para materias conflictivas con los nacionalistas, como la reforma de las Humanidades o la Ley de Extranjería. No eludió el diálogo sobre esta cuestión, pero aclaró que reformará esta norma para enmarcarla en la política europea. "Las pequeñas alegrías que algunos se tomaron", dijo en alusión a la derrota parlamentaria de su proyecto en diciembre, "espero que se conviertan ahora en ejercicio de responsabilidad".

Retiteró que no contará con el PNV hasta que rompa con el Pacto de Lizarra, pero no se quedó ahí. Advirtió al partido de Xabier Arzalluz de que, de "persistir en su error", el PP "está en condiciones de ser alternativa de Gobierno en el País Vasco". Aznar no eludió mostrar su apoyo al PP de Euskadi si en el futuro opta por presentar una moción de censura contra el lehendakari, Juan José Ibarretxe.