Un inspector exigió reformas en Peralta ocho años antes del derrumbe
Un inspector de trabajo que visitó Muebles Peralta, cuyo derrumbe causó la muerte a dos mujeres y heridas a otras 184 personas, advirtió de que se estaban produciendo "desprendimientos de trozos de bovedillas, con el consiguiente riesgo para el personal" y exigió reformas, que no se efectuaron, ocho años antes de la catástrofe.El inspector visitó el edificio el 11 de diciembre de 1981 y constató: "Se ha apreciado que diversas áreas del forjado han adquirido flechas -deformaciones- superiores a las normales, lo que ha provocado desprendimientos de trozos de bovedillas, con el consiguiente riesgo para el personal".
La empresa, según el informe del inspector, había optado por enlucir con yeso las deformaciones, solución que no consideraba apropiada. "Al no haber sido protegidos los elementos metálicos -vigas- éstos están siendo atacados por el yeso aplicado", dice el informe del técnico. "Por consiguiente, la única solución válida consiste en sopandar -reforzar- con viguetas metálicas las zonas afectadas (flechadas) con el fin de disminuir las luces de las viguetillas", añadía dicho informe.
Fuentes del caso informaron que el inspector de trabajo dio a la empresa un plazo de 45 días para informar de las reformas llevadas a cabo, que sin embargo no se habían realizado cinco años después, cuando en 1986 los hermanos Peralta Martínez demandaron a las empresas constructoras por las "graves deformaciones" aparecidas en los forjados del edificio, construido en 1974.
Peralta ganó en 1993 el pleito a las constructoras, que fueron condenadas a pagar 88 millones por las "graves deformaciones en los forjados, que afectan a todas las plantas", según la sentencia.
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