Anelka se esconde en un maletero y viaja a París con un billete de ida

Nicolas Anelka dejó ayer de lado sus intentos de entrenarse en la Ciudad Deportiva, pero no se quedó en su casa. El delantero del Real Madrid ya se encuentra en París, adonde viajó ayer por la tarde después de abandonar su casa metido en el maletero de un todoterreno conducido por su hermano Didier. Así eludió la vigilancia de la prensa, apostada para detectar cada uno de sus movimientos desde que el viernes de la semana pasada se negó a entrenar y protestó su situación en el equipo.Anelka, a quien el club suspendió de empleo y sueldo por 45 días, compró un billete de ida hacia el aeropuerto de Orly de París. El jugador está legitimado para hacer el viaje puesto que su condición de empleado suspendido de empleo y sueldo le permite no obedecer las obligaciones normales de un miembro de la plantilla del Real Madrid. No está obligado a entrenarse ni a permanecer en Madrid durante el tiempo que dure la sanción.

Por otra parte, el ex entrenador de Anelka en el Arsenal, el francés Arséne Wenger, ofreció ayer su ayuda al delantero. "Creo que no lo están aconsejando bien", explicó Wenger. "Si me llama le daré consejo. Él no es tan malo como lo pintan".