El PP movilizó el 12-M 1,8 millones de votos más que en las europeas

El arrollador triunfo del PP en las elecciones del pasado domingo se debió, en gran parte, a su capacidad para movilizar al electorado. La menor participación que se produjo respecto a las legislativas de 1996 perjudicó mucho más a la izquierda. Si se comparan los resultados de estos comicios con los de las europeas de junio pasado, se observa que la izquierda sólo movilizó a 383.000 nuevos electores, mientras que el PP atrajo a las urnas a 1,8 millones más.

El censo del domingo estaba formado por 33,9 millones de electores, 1,4 millones más que en 1966. Sin embargo, era prácticamente el mismo que se utilizó en las elecciones europeas de 1999, con un ligero incremento de 125.886 votantes. La diferencia estriba en que la participación del 12-M, aunque menor en 7,4 puntos a la de hace cuatro años, fue superior en 6,93 puntos a la de hace nueve meses. Es decir, entraron en las urnas casi 1,8 millones más de votos.Pero el aumento de la participación no benefició a todos por igual. El PSOE sólo tuvo 351.387 sufragios más que en junio pasado e IU, 32.293. El PP, sin embargo, ganó 1,8 millones de votos. Ello explica que, a pesar de que la participación fue menor que hace cuatro años, el PP aumentase sus votos en términos absolutos en 514.339 con relación a 1996.

Si entonces la distancia entre el PP y el PSOE fue de sólo 1,16 puntos (290.328 votos), en junio pasado se amplió hasta 4,41 (933.170), para llegar el domingo hasta 10,46 puntos (2.401.135).

El PP ganó en todas las comunidadades autónomas, salvo Euskadi (donde la fuerza más votada fue el PNV), Cataluña y Andalucía (donde lo fue el partido socialista). Por circunscripciones, el PP obtuvo la victoria en 42, todas menos las cuatro catalanas (en Barcelona y Tarragona ganó el PSC y, en Girona y Lleida, CiU), cuatro andaluzas (Sevilla, Jaén, Granada y Huelva), donde ganó el PSOE, y dos vascas (Vizcaya y Guipúzcoa), en las que se impuso el PNV. Por vez primera, el PP fue la fuerza más votada en Almería, Granada, Córdoba, Cádiz, Cáceres, Badajoz y Ciudad Real, desplazando al PSOE.

El PP obtuvo su mayor avance porcentual en Navarra, donde ganó 12,76 puntos, cuando la media en toda España fue de 5,75. En el País Vasco ganó 9,9 puntos, llegando hasta 11,76 en Álava. En esta provincia fue la fuerza más votada, al igual que en las tres capitales vascas, incluida por primera vez Bilbao. Ello le permitió obtener dos escaños más, adelantar al PSOE y convertirse en la segunda fuerza de Euskadi, a 25.000 votos del PNV.

Avance espectacular

En la Comunidad Valenciana, donde logró otros cuatro escaños, el avance también fue espectacular, de 8,44 puntos, 132.401 votos más que en 1996, la cuarta parte de los que ganó en España.

En Andalucía, la mejora porcentual del PP fue algo inferior a la media nacional, de 5,66 puntos, con 102.000 sufragios más que en 1996, pero la pérdida de más de medio millón de votos por parte de la izquierda le reportó cuatro nuevos escaños y le convirtió en la fuerza más votada en cuatro de las ocho provincias y en todas la capitales, con la excepción de Sevilla. El mayor avance lo consiguió en Almería, donde ganó 8,64 puntos.

También, y a pesar del cacareado efecto Piqué, el avance del PP en Cataluña fue menor a la media nacional, con 4,83 puntos y 26.690 sufragios más que en 1996, aunque la pérdida de votos del PSC (388.558) y CiU (186.643) le permitió alzarse con cuatro nuevos escaños, uno de ellos en Girona, la única provincia de España donde el PP era extraparlamentario.

En Extremadura, hasta ahora coto socialista, los populares avanzaron 7,14 puntos y se convirtieron en la fuerza más votada. Con todo, sus mejores resultados los obtiene el PP en Castilla y León. El porcentaje más alto de España lo tiene en Ávila, con el 65,55% de los sufragios.