NECROLÓGICAS

El Papa Juan Pablo II rindió ayer homenaje a la figura del cardenal chino Ignacio Gong Pin-Mei (Kung Pinmei), fallecido en el exilio en Estados Unidos, por su "heroica fidelidad a Cristo a pesar de la cárcel y las previsiones". Kung, arzobispo de Shanghai (China), falleció el domingo a los 98 años a causa de un cáncer de estómago, en la localidad estadounidense de Stanford (Connecticut), país en el que residía desde hace doce años. Había sido nombrado cardenal in pectore por Juan Pablo II en 1979 -sin anuncio público-, durante su larga estancia en prisión. Kung pidió la liberación de los católicos encarcelados en su país al presidente chino, Jiang Zemin, de visita en Estados Unidos en 1997.El cardenal Kung fue detenido en 1955 cuando ejercía de obispo de Shanghai, principal metrópoli china, tras negarse a reconocer a la Iglesia Patriótica China (IPCh). En septiembre de 1955, Kung fue obligado a confesar en público sus "delitos" en un estadio deportivo de Shanghai, lo que hizo con las manos atadas a la espalda y vestido con un traje a rayas de presidiario. Pero Kung, con un micrófono puesto por varios agentes de la seguridad pública, desafió al Partido Comunista y gritó a la multitud: "¡Larga vida a Cristo Rey, larga vida al Papa!", lo que fue respondido por los asistentes con: "¡Larga vida a Cristo Rey, larga vida al obispo Kung!". Tras su aparición forzosa en el estadio, Kung fue detenido y no volvió a saberse nada de él hasta 1960, cuando fue condenado a cadena perpetua en un juicio relámpago. Permaneció encarcelado durante treinta años, periodo en el que no fue autorizado a recibir visitas, ni siquiera de familiares, ni tampoco cartas de amigos.

En 1985, el obispo fue excarcelado y condenado a diez años de arresto domiciliario, gracias a las presiones de varias organizaciones humanitarias internacionales como Amnistía Internacional (AI), la Cruz Roja y el Gobierno de Estados Unidos. Después de dos años y medio de arresto domiciliario, Kung fue autorizado a abandonar China con su sobrino, Joseph Kung, y establecerse en Estados Unidos para recibir atención médica.

Nacido en 1901 en Shanghai en el seno de una familia católica desde hacía varias generaciones, Kung Pinmei inició desde muy joven la carrera eclesiástica, después de haber estudiado en un colegio jesuita de la gran metrópolis de China oriental. Consagrado obispo de Suzhou en octubre de 1949, unos días después de la llegada al poder de los comunistas en Pekín, y luego, obispo de Shangai un año más tarde, Kung se había distinguido por su valentía y su fidelidad al Papa, lo que le ocasionó muy pronto la persecución del régimen.-