Almendralejo se inclinó por los conservadores La localidad extremeña, con una alta participación, otorgó el voto a los populares

Llovió al fin. No mucho, una llovizna suave que escampó por la tarde. Pero las deseadas cuatro gotas, después de tantas semanas sin nubes, fueron tema de conversación. Con las elecciones, claro. Fue una jornada tranquila en Almendralejo, tanto en las 30 mesas electorales como en la calle: una ventaja para Faustino Rubio, oficial del Cuerpo Nacional de Policía, uno de los ocho ciudadanos que han comentado la campaña electoral para EL PAÍS, y que ayer formó parte del dispositivo especial de seguridad establecido para el 12-M.Purificación Ovidio y Cándida Martínez, las dos amas de casa del grupo, vivieron algo un tanto especial: votaron ante una cámara de televisión, como suelen hacer los candidatos. Un equipo de CNN+ ha filmado durante la campaña la vida cotidiana de los almendralejenses con los que este periódico trató de conocer, en lo posible, las reacciones de los votantes a los mensajes de los políticos. Y ayer filmaron el momento decisivo, el de introducir la papeleta en la urna. De los ocho, sólo uno, precisamente Faustino, mantuvo sus dudas hasta el último momento. Pero votó. Los demás tenían claro su voto desde antes de que comenzara la campaña, o desde mucho antes. En algún caso, desde siempre. El bombardeo de propaganda no les influyó.

La participación fue en Extremadura bastante superior a la media española. Y en Almendralejo (74,09%) también excedió a la media (69,99%). En eso, al menos, rompió su tradición de votar como lo hace globalmente el conjunto de España. El PP fue el claro ganador de los comicios (52,10% de los votos frente al 43,65% de 1996); los socialistas sufren una importante caída (del 42,54% al 38,52%), al igual que IU (del 9,96% al 5,66%). Otro elemento discordante fue la ausencia de anuncios de Izquierda Unida: en Almendralejo no han hecho campaña, para reflejar la oposición local al pacto firmado con el PSOE.

Para Rosa Cansado, de 20 años, estudiante de Trabajo Social, fue su primer voto en unas elecciones generales. Optó por IU, como el resto de su familia (el padre es el concejal de dicha coalición en el ayuntamiento). Y como Silvestre Gómez Zafra, de 63, oficial primero de notaría. Silvestre escogió una lista de aspirantes al Congreso por octava vez. No se ha perdido ninguna de estas jornadas desde 1977. Fue antifranquista, perteneció a la Junta Democrática y sabe el valor que tiene introducir un papelito en una caja transparente. Su amistad con Facundo Gil, de 66 años, el pediatra más conocido de Almendralejo y votante del PP, es una muestra de que la política, que ha conocido momentos bastante tormentosos en el ayuntamiento de la localidad, es bastante más relajada en la calle. Purificación y Cándida, vecinas y amigas, tampoco votaron lo mismo.

Antonio Gil, de 29 años, es un hombre de múltiples ocupaciones. Licenciado en Económicas y asesor fiscal, imparte clases de informática y ha trabajado también en la producción audiovisual. Los fines de semana tiene que poner al día el trabajo atrasado y, además, acondiciona su futura vivienda. Pero votó. "En los días de elecciones siempre acabo llegando tarde a todas partes", dijo.