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AUTOMOVILISMO Gran Premio de Australia de fórmula1

Ferrari comienza con un doblete

Schumacher y Barrichello se beneficiaron del abandono de los McLaren de Hakkinen y Coulthard

La primera carrera del Mundial de fórmula 1 del 2000 concluyó con un doblete de Ferrari. Michael Schumacher ganó y Rubens Barrichello fue segundo. El tercer puesto fue para Ralf Schumacher (Williams-BMW). Es algo significativo y aclarador. Pero no parece que sea este hecho el que vaya a marcar las pautas de la competición esta temporada. El Gran Premio de Australia, que ayer se disputó en Melbourne, puso al descubierto lo que ya todo el mundo intuía: la lucha por el título volverán a protagonizarla dos escuderías, Ferrari y McLaren-Mercedes. Pero a ambos les queda aún mucho (16 carreras) por demostrar.Ayer, estas dos escuderías fueron las verdaderas protagonistas de la carrera de apertura. Los McLaren, los más rápidos en los entrenamientos, acreditaron de nuevo esta característica y arrasaron en la salida a los Ferrari, que pasaron a ocupar la tercera y la quinta posición, con Heinz Harald Frenzen (Jordan) entre Schumacher y Barrichello. Sin embargo, la euforia de la escudería británica duró 18 vueltas. Primero David Coulthard (11º vuelta) y después Mika Hakkinen, el campeón mundial, asistieron asombrados a su propio descalabro: sus motores dijeron basta (sistema neumático de retorno de las válvulas).

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Los McLaren fueron los grandes perjudicados del reagrupamiento que sufrió la carrera en la sexta vuelta, cuando Pedro Martínez de la Rosa (Arrows) y Eddie Irvine (Jaguar) salieron de la pista y tuvieron que abandonar. El coche de seguridad entró en la pista y ahí se mantuvo durante tres vueltas. Hakkinen perdió los más de dos segundos de ventaja que le sacaba a Coulthard y a Schumacher. Pero éste no fue un hecho decisivo.

Lo que luego marcó las diferencias fue la mayor fiabilidad de los Ferrari. Schumacher se había mostrado antes de la carrera muy confiado en su triunfo. "No me importa salir en segunda fila, porque seré el primero en subir al podio", había comentado. Es impredecible si sus palabras tenían algunas bases tecnológicas o no pasaban de ser una fanfarronada. Sin embargo, resultaron premonitorias. Todo el mundo confíaba en la fiabilidad de McLaren. Y sus dos coches se quebraron. Y quienes creían que Ferrari era más vulnerable se equivocaron.

El cambio de decorado permitió a Schumacher rodar sin presión y permitirse incluso el lujo de esperar a su compañero de equipo, Barrichello, para ayudarle a superar a Frentzen, que seguía interponiéndose entre los dos Ferrari. También Frentzen acabó abandonando (39ª vuelta) y dejó el camino libre para el doblete de los de Maranello.

"Debemos mejorar en la salida. Pero siempre pude mantener el ritmo de los que tenía delante", comentó Michael Schumacher. "Al principio decidí no ir al máximo para cuidar los neumáticos y reservarme para antes del repostaje. Miro con optimismo el resto de la temporada. Tenemos un coche competitivo y sabemos cómo desarrollarlo".

Lo que también evidenció el GP de Australia fue que la pugna entre las dos grandes escuderías puede sufrir algunas interferencias. Los motores Mugen Honda que equipan a los Jordan impresionaron. Tanto Frentzen como Jarno Trulli se mostraron muy competitivos mientras se mantuvieron en carrera. Y lo mismo ocurrió con Williams-BMW, que obtuvo su primer podio del 2000 gracias a Ralf Schumacher.

Sin embargo, lo más impresionante fue comprobar el salto cualitativo que han dado dos escuderías: Bar-Honda y Arrows-Supertec. La primera consiguió en una carrera lo que no había logrado en toda la pasada temporada: ganar puntos, y que sus dos coches acabaran un gran premio. Jacques Villeneuve fue cuarto, y Ricardo Zonta, sexto. Arrows demostró tener coche para puntuar.

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