El PP amplía la brecha con el PSPV a 18 puntos Los populares consiguen uno de cada dos votos de los valencianos y la izquierda se desangra hacia la abstención

La mayoría absoluta de los valencianos (casi un 52%) votó ayer a favor del Partido Popular, que amplió a 18 puntos su distancia respecto de los socialistas. Con ello, la brecha que el partido del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, logró abrir al PSPV en las elecciones autonómicas del año pasado se ensancha todavía más. Esa imparable oleada popular, que se ha llevado por delante la representación parlamentaria de Unión Valenciana, se traduce en la obtención de 19 de los 32 escaños en liza en las tres circunscripciones valencianas, lo que supera incluso las previsiones más optimistas del propio PP.Zaplana hace, de esta manera, una importante aportación a la amplia mayoría absoluta conseguida por José María Aznar y sitúa a su partido en unos niveles equiparables a los que consiguieron alcanzar los socialistas en las míticas elecciones de 1982, cuando Felipe González llegó al Gobierno con la mayoría más grande alcanzada durante la democracia. Entonces el PSOE obtuvo el 53,3% de los sufragios de los valencianos y 19 de los diputados en disputa.

Si el porcentaje de votos satisface el objetivo popular de canalizar "al menos uno de cada dos votos de los valencianos", los cuatro escaños que el PP ha añadido a su representación en el Congreso los consigue a costa del resto de fuerzas políticas. Esquerra Unida pierde dos parlamentarios, el PSPV, uno, y Unión Valenciana, el único representante que tenía. Mientras en Castellón se repite el reparto de tres diputados para el PP y dos para el PSPV, en Alicante, los populares crecen de cinco a siete escaños, que pierden el PSPV, con cuatro diputados, y EU, que se queda sin su único escaño. En Valencia, el PP sube de siete a nueve diputados, los socialistas se quedan con seis, EU pasa de uno a dos y UV desaparece del arco parlamentario.

Más abstención

El alto crecimiento de la abstención registrado en España se ha repetido también en la Comunida Valenciana, donde ha sido incluso un punto superior (ha crecido más de un 8% y se ha situado en un 26,6%), en un territorio caracterizado por una afluencia habitualmente masiva a las urnas. Sin duda, como destacaron ayer los dirigentes de la izquierda, la abstención les ha perjudicado especialmente. La tendencia al alza del PP en toda España, añadida a la corriente emergente de Zaplana en las elecciones más recientes, ha influido en los espectaculares resultados, pero también la crisis interna de los socialistas.

La candidatura liderada por Ciprià Ciscar, secretario general de Organización del PSOE, ha obtenido en el conjunto de las tres circunscripciones valencianas poco más de un 34% de los votos y se ha situado cuatro puntos por debajo de las generales de 1996. Su representación parlamentaria ha descendido de 13 a 12 diputados y la distancia con el PP ha crecido de dos a siete escaños. Pero, además, el País Valenciano ha dejado de ser una comunidad electoralmente de izquierdas. La caída de Esquerra Unida, que pasa de tres a un diputado y pierde la mitad de sus votos, hace que el empate de hace cuatro años a 16 diputados entre la derecha (15 del PP y uno de UV) y la izquierda (13 del PSPV y tres de EU) se haya convertido en una hegemonía aplastante del bloque conservador, monopolizado por los populares.

Por lo que se refiere al resto de fuerzas, la novedad más importante es que el Bloc Nacionalista Valencià-Els Verds-Ciutadans pel Canvi, con cerca de 58.000 sufragios (un 2,4%), ha pasado a ser la cuarta opción política valenciana. Los nacionalistas, que logran. así, su mejor resultado, en términos absolutos, en unas elecciones generales, superan por un escaso margen a los regionalistas de Unión Valenciana, cuya decadencia imparable les ha hecho perder más de 30.000 votos en relación con los comicios de 1996.

En general, los resultados del 12-M confirman que el PP agrupa todo el voto de centro-derecha valenciano, que la izquierda se desangra a favor de la abstención (la única fuerza que no pierde sus modestas posiciones es el Bloc) y que las distancias se hacen cada vez mayores. El dato que hace más evidente la magnitud de lo que ocurre es que, en una comunidad considerada en otros tiempos sociológicamente progresista, el PP supera en 18 puntos a los socialistas, en unas elecciones en las que la distancia en el conjunto de España es de 10,5 puntos. La Comunidad Valenciana es todo un bastión del Partido Popular.