Cuatro años de cárcel por un codazo durante un partido de baloncesto Un tejano deberá purgar en prisión una agresión y la rotura de la nariz de un rival
Tony Limón, un tejano de 18 años, el más popular de los integrantes del equipo de baloncesto de su instituto, ha sido condenado a cinco años de cárcel por haber roto la nariz a un jugador del equipo contrario en un lance del partido. La sentencia, que ayer debía ser confirmada en San Antonio, abre un debate en Estados Unidos sobre si la violencia trasciende los límites del terreno de juego y debe dirimirse ante los tribunales.El deporte norteamericano, el más competitivo y agresivo del mundo, lleva una mala racha: dos jugadores en activo de fútbol están acusados de asesinato, otro de béisbol ha sido suspendido por un año por consumo de drogas y uno de hockey se enfrenta a 18 meses de cárcel por agredir a un contrario con el stick.
"Lo que ocurre en la pista debe resolverse en la pista. Hay incidentes constantemente. Hay jugadores de la NBA que son modelos para nosotros. Y lo hacen. No he oído de ninguno que haya ido a la cárcel. Ninguno. ¿Por qué Tony va a ser diferente?", se preguntaba ayer la madre Tony en un programa de televisión.
Tony Limón era la estrella del equipo de baloncesto de la South San Antonio High School, donde los jugadores eran alentados por un entrenador ignorante de la doctrina Coubertin a emplearse sin miramientos con el rival. Así ocurrió el año pasado en el partido contra la East Central High School. En una carrera por la pista, Limón corría junto a Brent Holmes y le lazó un codazo. El golpe se estrelló en la cara de Holmes, le partió la nariz y le dejó conmocionado en el suelo, desde donde fue llevado al quirófano. Limón siguió jugando hasta el final sin poder evitar la derrota de su equipo.
"No hay duda de que fue una agresión brutal e intencionada", declaró el abogado de Holmes en el juicio en que acabó el incidente. Limón fue procesado por agresión y por causar heridas graves y condenado el pasado verano a cinco años de cárcel. La sentencia está en el margen superior de lo previsible porque en el momento del codazo Limón estaba en libertad condicional por un intento de robo en una casa.
Limón pidió en su momento disculpas a Holmes, como ayer hizo su madre en televisión. Pero ambos consideran que el castigo impuesto es excesivo. La causa de Limón ha llamado la atención de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), la mayor y más antigua de las organizaciones que trabajan por los derechos de los latinos en Estados Unidos. "Si van a ser un delito, que se sepa", declaró el jueves en San Antonio una portavoz de LULAC, según informa Associated Press. "Pero era una conducta admitida. Con independencia de que estuviera bien o mal, era algo que se admitía".
Puede que eso esté a punto de cambiar. Esta misma semana, un juez de Canadá ha decidido procesar por agresión a un jugador de hockey por malherir a un rival con el stick. Al agresor le amenazan 18 meses de cárcel. A raíz de aquel golpe, un jugador de hockey se preguntó si no había manera de que en ese deporte se usaran los brazos y los hombros como en otros para apartar a los rivales. El hockey es un caso de extremo de violencia -tolerada, esperada y jaleada desde las gradas- porque los deportistas usan palos. El año pasado, en Chicago, un jugador dejó paralítico a otro de un golpe con el stick durante un partido de instituto.
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