Aznar presenta de nuevo ocho "grandes" promesas que dejó de cumplir en su mandato

José María Aznar presentó ayer, un día después de que lo hiciera su principal rival, Joaquín Almunia, su plan de Gobierno para la próxima legislatura, en el que se compromete a impulsar ocho "grandes acuerdos nacionales". Sus propuestas de Estado, a las que añade una novena, la unidad de las fuerzas democráticas contra ETA, son en su mayoría compromisos ya incluidos en su programa de 1996 y que, tras cuatro años de mandato, no ha llegado a desarrollar: ley electoral, financiación de partidos, modelo de RTVE, la justicia, financiación autonómica, plan hidrológico, ayuntamientos...José María Aznar presentó ayer, un día después de que lo hiciera su principal rival, Joaquín Almunia, su plan de Gobierno para la próxima legislatura, en el que se compromete a impulsar ocho "grandes acuerdos nacionales". Sus propuestas de Estado, a las que añade una novena, la unidad de las fuerzas democráticas contra ETA, son en su mayoría compromisos ya incluidos en su programa de 1996 y que, tras cuatro años de mandato, no ha llegado a desarrollar: ley electoral, financiación de partidos, modelo de RTVE, la justicia, financiación autonómica, plan hidrológico, ayuntamientos...

Aznar solemnizó ayer la presentación, a sólo cuatro días de las elecciones, del núcleo principal de su oferta de campaña. Lo hizo en un hotel madrileño, arropado por la flor y nata de la dirección de su partido: Rodrigo Rato, Mariano Rajoy y Javier Arenas. Sólo faltó a la cita Jaime Mayor.El jefe del Gobierno y cabeza de cartel del PP agrupó su compromiso en ocho "grandes acuerdos nacionales" -en su gran mayoría ya incluidos en el programa de hace cuatro años y que quedaron sin desarrollar tras cuatro años de mandato-, que presentó como la "continuidad" de su política "reformista de centro". A ellos sumó su intención de impulsar la "unidad de las fuerzas democráticas" contra ETA, en un claro llamamiento a la recomposición del Pacto de Ajuria Enea.

Ya el primer bloque de los ocho "grandes acuerdos", con los que Aznar pretende "perfeccionar y fortalecer las instituciones democráticas", recoge reformas calcadas de la anterior campaña: Ley Electoral -con modificaciones para mejorar la gobernabilidad de los ayuntamientos-; financiación de los partidos -drástica disminución de los gastos electorales, máxima transparencia de las fuentes de ingresos, límites y criterios claros en las aportaciones privadas- y nuevo modelo del sistema público audiovisual.

Las repeticiones continúan. El segundo punto es un pacto de Estado por la Justicia. En el 96, el PP prometía fortalecer la independencia del Poder Judicial, garantizar la autonomía del fiscal general, redefinir las competencias de la Audiencia Nacional y, en general, una Justicia independiente y eficaz. Aznar reconoció ayer la "notoria insatisfacción de la sociedad" respecto al funcionamiento de la Justicia y propuso, de nuevo, "fortalecerla en su independencia" para hacerla "rápida, eficaz y apreciada por los ciudadanos".

El PP prometía hace cuatro años promover el diálogo social básicamente para "crear empleo". Ahora, la "Agenda del Diálogo Social" pretende, con el concurso de los sindicatos, la modernización del mercado en busca del pleno empleo y el empleo estable, la movilidad de los trabajadores, la seguridad, la mejora de los contratos de relevo y la extensión del trabajo a tiempo parcial.

El compromiso del PP en los anteriores comicios respecto a las pensiones -una reforma "en los próximos años" orientada a garantizar la viabilidad del sistema público y la equiparación progresiva de la pensión mínima de jubilación al salario mínimo- se plasma ahora en la "renovación del Pacto de Toledo". El objetivo es "fijar prioridades" y garantizar el equilibrio financiero del sistema de pensiones con el horizonte de "las dos próximas décadas".

Aznar promete igualmente fortalecer el papel de las corporaciones locales, un compromiso que arrastra igualmente desde 1996. Ayer avanzó que si gana las elecciones del domingo ofrecerá a ayuntamientos y diputaciones mayores competencias y "bien financiadas" con el objetivo de "afianzar el equilibrio y la cohesión política y territorial". Incluyó en la oferta la eliminación del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y añadió su pretensión de incluir los "mecanismos apropiados para aumentar la oferta del suelo urbanizable y abaratar el precio de la vivienda".

Hace cuatro años hablaba de "descentralización" a favor de los ayuntamientos y "mejoras en el sistema de financiación local".

Recuperar el consenso

Un nuevo modelo de financiación autonómica "estable y transparente" es el sexto compromiso de Estado del líder del PP. En la pasada legislatura, con la cesión del 30% del IRPF a las comunidades autónomas, el Gobierno de Aznar rompió el consenso con las comunidades gobernadas por el PSOE. Ahora quiere recuperarlo estableciendo un modelo que perviva durante años, aunque para ello tendrá que contar con el concurso tanto de CiU como del PSOE. La idea de crear "un marco estable para la España de las autonomías" era también, en todo caso,una promesa de la anterior campaña electoral.

Aznar no habló ayer de cifras, sino de criterios. Insistió en un modelo de financiación basado en la corresponsabilidad fiscal y que incluya mecanismos que aseguren "el proceso de consolidación fiscal de todas las Administraciones con el objetivo de eliminar el déficit presupuestario".

El Plan Hidrológico Nacional, otra vieja asignatura pendiente, incluso desde los Gobiernos socialistas, es la séptima propuesta de acuerdo nacional, guiada, según Aznar, por "criterios solidarios y racionales". El programa del PP de 1996 hablaba ya de "una política solidaria del agua y preveía aprobar un plan como "elemento fundamental para el desarrollo de una adecuada política del agua".

Finalmente, Aznar propone un acuerdo para desarrollar un sistema moderno de formación profesional de "alta calidad tecnológica, flexible y adaptado a las exigencias del mundo productivo, con la colaboración de los agentes sociales". En la campaña anterior prometía "aplicar de manera urgente el Programa Nacional de Formación Profesional elaborado con los interlocutores sociales".

Aznar insistió ayer en que el "impulso reformista" del PP no se agota con estos ocho acuerdos nacionales, y citó otros objetivos: la calidad del sistema educativo; el apoyo a la innovación científica; la coordinación de las Administraciones públicas; el acceso a la sociedad de la información, y la protección del medio ambiente.

El candidato del PP admitió que este abanico de propuestas "rebasa la acción del Gobierno" y requiere un amplio acuerdo entre los partidos, por lo que insistió en el diálogo político y social. "En una democracia moderna sólo las reformas ampliamente compartidas, que gozan del sólido respaldo de una opinión pública activa, que cuentan con la colaboración de las instituciones y los agentes sociales, tienen éxito", señaló.

Para el final dejó su petición de unidad de las fuerzas democráticas contra el terrorismo, en una clara alusión a recuperar el Pacto de Ajuria Enea. Y lo hizo en un momento en que la estrategia del PNV de concertación con HB y ETA ha fracasado.

Esta vez evitó cualquier alusión crítica al comportamiento del PSOE o del PNV en esta materia, en contraste con sus mítines de estos últimos días, y regresó al discurso institucional. "Todas las personas de bien", dijo, "reclaman mantener el rumbo del Estado de derecho y la unidad de los partidos democráticos. Es la estrategia para ganar al terrorismo sin perder ni una de las libertades democráticas".