El Madrid busca el desquite Los blancos ponen a prueba en Múnich su capacidad para reponerse del 2-4 en el Bernabéu
Sin urgencias ni grandes temores, el Madrid se enfrenta al Bayern (20.45, TVE-1) en un partido que no parece crucial para el futuro de la Liga de Campeones. Todo lo que sea adelantar el trabajo de clasificación para los cuartos de final, resultará beneficioso. Pero tanto en el Bayern como en el Madrid existe la seguridad de que serán los primeros de grupo. El encuentro servirá para medir otras cosas: la capacidad del equipo español para reponerse de los cuatro goles que recibió hace una semana, su carácter para afrontar otro de sus temidos partidos en Alemania, las decisiones de Vicente del Bosque, que puede eliminar a uno de sus delanteros -presumiblemente Anelka- de la alineación para robustecer el medio campo.Por una vez, el Madrid no acude a un campo alemán con una sensación angustiosa. Tal y como marchan las cosas en su grupo, puede permitirse ciertas licencias. Una derrota no supondría nada irreparable. En el equipo reinaba ayer el sosiego, y nadie parecía más relajado que Del Bosque, siempre caracterizado por su capacidad para desdramatizar las cosas. El técnico madridista elogió al Bayern, pero sin exagerar. "Es un equipo al que le gusta esperar y salir rápido, con un juego directo", dijo. "Lo hizo así en el Bernabéu y probablemente lo hará hoy. En la liguilla anterior, frente al Valencia, el Bayern fue dominado durante todo el partido, pero contó con las mejores ocasiones. Es su estilo".
Del Bosque evitó referirse a la alineación del Madrid. Se refirió a algunos aspectos negativos que observó hace una semana, sin despejar demasiadas dudas sobre el dibujo del equipo. "La primera lección de la derrota frente al Bayern fue nuestra lentitud para replegarnos cuando lanzaban sus contragolpes", comentó. En aquella ocasión, Del Bosque jugó con Anelka, Morientes y Raúl. Por las circunstancias del encuentro, que comenzó con dos rápidos goles del Bayern, los tres jugaron de delanteros. No les faltaron oportunidades para marcar, a cambio de generar una descompensación en el medio campo, donde Redondo tuvo que remar casi en solitario porque Guti no se encontró cómodo en la banda izquierda. El Bayern entró como un tiro por ese costado durante todo el partido, problema que el Madrid debe corregir.Después de las expectativas que despertó frente al Barcelona, Anelka ha regresado al estado anterior a su lesión. Su aportación ha sido muy escasa. Tampoco es cuestión de concederle un puesto a costa del indesmayable trabajo de Raúl, que parece dotado con el don de la ubicuidad. Es casi segura la ausencia del francés.Para suplirle, Del Bosque deberá decidir entre lo que le pide el cuerpo: jugar con un rombo -y Guti en el vértice más adelantado- o colocar a Helguera junto a Redondo y situar a Guti de nuevo en la izquierda, donde sufre visiblemente.
La condición más segura para comprometer al Bayern pasa por un control férreo de la pelota. Los equipos alemanes -y el Bayern es la apoteosis de lo alemán- son temibles en los partidos con tendencia al caos. Ahí pegan con el martillo. Pero no es la primera vez que se les ve el cartón cuando se enfrentan a equipos de juego muy elaborado. Sin el balón, acaban confundidos y tensos. Con Guti en la media punta y McManaman -si por fin saca lo mejor que tiene- en la banda izquierda, Redondo podrá contar con la gente adecuada para asociarse.
Si en el Madrid se observaba un ambiente relajado, en el Bayern se reparaba en el partido más como una fiesta que como un duelo crucial. La ciudad disfrutaba ayer del carnaval y de la víspera de la despedida de Lothar Matthäus como jugador del Bayern. Del Madrid se hablaba poco. Todo un síntoma del carácter del partido, interesante pero no decisivo.
Bayern: Kahn; Matthäus; Linke, Kuffour; Salihamidzic, Finke, Effenberg, Lizarazu; Paulo Sergio, Elber y Scholl.
Madrid: Casillas; Salgado, Hierro, Karanka, R.Carlos; Geremi, Redondo, Guti, Mc Manaman; Raúl y Morientes.
Árbitro: Jol (Holanda)
