_
_
_
_

Londres adora a un francés Arsène Wenger se gana el corazón del Arsenal con un estilo refinado y atrevido

Cuando Nicolas Anelka jugaba en el Arsenal se quejaba de que sus compañeros no le pasaban el balón. El que menos se la pasaba, según él, era Marc Overmars. Arsène Wenger, el entrenador, recurrió a la diplomacia. Se reunió con los dos jugadores y le pidió a Anelka que expresara lo que realmente pensaba del extremo holandés. Hablando en francés, idioma que Overmars no entiende, Anelka respondió que lo detestaba, que era un egoísta, que esto, que lo otro. Wenger, todo tranquilidad, permitió que Anelka descargara todo su resentimiento. Entonces se dio media vuelta y le explicó a Overmars en inglés, idioma que Anelka no entendía, que el joven francés le había pedido disculpas, que había alabado su talento futbolístico, pero que, por favor, se lo agradecería si le pudiera pasar el balón un poco más. Los dos jugadores se dieron la mano, y se fueron a casa tan felices. La anécdota ofrece una visión tan nítida de las cualidades que marcan la diferencia entre el francés y cualquier entrenador inglés que cuesta creer que alguien no se la inventó. Pero parece que es verdadera. Sale en un libro publicado a fines del año pasado y se la atribuye nada menos que al presidente del Arsenal, Peter Hill-Wood. Posiblemente Hill-Wood se la imaginó, tal es la admiración que él, como todos los fans del Arsenal, sienten por su entrenador. Wenger es un caso único. Los fans, que le llaman no Wenger sino Arséne, le quieren más que a cualquier jugador. El entrenador es el ídolo de la afición. Más aún después de la paliza que el Arsenal le dio al Deportivo el jueves pasado.A primera vista resulta curiosísimo que la hinchada de Highbury se sienta tan identificada con semejante personaje. Cuando llegó al Arsenal en septiembre de 1996, de un equipo japonés, lo veían como un bicho raro. Con su título universitario en economía, con los cinco idiomas que hablaba, con su manera discreta de expresarse, con su sang froid (sangre fría) de intelectual parisino, Wenger no tenía absolutamente nada que ver con el estereotipo rudo, brusco del entrenador inglés. Y seguramente hubieran seguido considerándolo un bicho raro si no fuese por el hecho de que el francés ha convertido al Arsenal no sólo en un equipo triunfador (ganó el doblete inglés en la segunda temporada de Wenger), sino en un equipo que juega al fútbol con técnica, estilo e inteligencia. Los aficionados rivales ya no dicen, como decían durante muchos años, boring, boring Arsenal (aburrido, aburrido Arsenal). Ahora el hecho de que el francés sea, de lejos, el entrenador más culto, más fino, en Inglaterra, que sea, por un buen margen, el que mejor domina el inglés, se ha convertido en motivo de orgullo para la afición. Pero la verdad es que los conquistó con su primer fichaje, un joven desconocido llamado Patrick Vieira. El problema del Arsenal cuando llegó Wenger era que aunque tenía una sólida defensa y una buena delantera, el centro del campo no existía. Vieira fue una revolución, y transformó el juego del Arsenal. Vieira jugó en la final del Mundial contra Brasil, como también lo hizo el segundo gran fichaje de Wenger, Emmanuel Petit. Vieira y Petit definen al Arsenal de Wenger: un equipo talentoso con espíritu combativo, ganador. Si una de las cualidades más valoradas en un buen entrenador es la capacidad de reconocer a un buen jugador, y adquirirlo a buen precio, Wenger la posee en abundancia. Veamos el caso de Anelka. Wenger lo trajo del Paris Saint Germain por 190 millones de pesetas y lo vendió al Real Madrid por 5.500 millones. Entonces, por menos de la mitad, compró a Thierry Henry, un favorito de la afición del Arsenal que ha marcado 13 goles en lo que va de temporada y que el jueves contra el Deportivo se reveló como uno de los delanteros mas prometedores de Europa. En resumidas cuentas, Wenger ha adquirido a Vieira, Petit, Henry y al fabuloso nigeriano Kanu por menos dinero del que gastó el Madrid en Anelka. Lógicamente, Wenger no carece de astucia táctica. Y tampoco, como demuestra la anécdota de Anelka y Overmars, de la habilidad psicológica necesaria para sacar lo mejor de sus jugadores. Veteranos del Arsenal han reconocido que Wenger les ha ayudado no sólo a alargar sus carreras sino a convertirles en defensas mas completos. Antes de que al Real Madrid, o posiblemente al Barcelona, se le ocurra ir llamando a las puertas del Arsenal, deberían de tomar nota de otro motivo por el cual Wenger, con la posible excepción de Alex Ferguson, es el entrenador mas respetado en las islas. El profesor francés es un amante del fútbol inglés. Esto es lo que dijo hace un año, cuando se especulaba que podría cambiar de equipo. "Para mí éste es el auténtico país del fútbol, y ningún otro. Al dinero no le doy tanta importancia. Lo que ocurre es que respeto muchísimo la pasión que la gente aquí siente por el fútbol. No es como una pasión latina, es algo mas profundo. Cuando la gente dice que el club significa tanto para ellos, lo dicen de verdad". No es difícil de entender: los aficionados del Arsenal adoran a Arsène no sólo porque les ha traído alegría en el campo; sino porque Arsène tambien les adora a ellos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_