"CiU no será la única voz de Cataluña en Madrid"

Joan Puigcercós i Boixassa -nacido en Ripoll (Ripollès), en 1966- ha ido fundamentando su idea de la autodeterminación de Cataluña a través de un viaje iniciático que empezó en la asilvestrada Crida de Àngel Colom y que ahora palpita bajo el manto reformista de Josep Lluís Carod. Está dispuesto a recuperar el escaño de ERC en el Congreso de los Diputados -el que perdió Pilar Rahola al crear el extinguido PI-: "No dejaremos que CiU siga actuando como el único representante de la nación y que siga siendo la única voz de Cataluña en Madrid", afirma.Como el resto de dirigentes de su partido, Puigcercós luce un instinto recurrente. Repite hasta la saciedad los argumentos que le reportan mayores dividendos; entre ellos, el más significativo, el de la brecha fiscal de la economía catalana con respecto al Estado español. Puicercós asegura que "sólo con un concierto económico, similar al de las haciendas forales de Euskadi y Navarra, se garantizará la autonomía financiera". Resume contumaz que la diferencia entre lo que un ciudadano catalán aporta al Estado y "lo que recibe en forma de servicios es de 200.000 pesetas al año; así se entiende la baja inversión pública y el deterioro de otros servicios fundamentales, como la sanidad y la enseñanza".

Puigcercós es el más social de los dirigentes de ERC. Su independentismo -anterior a su paso por las juventudes de ERC- procede de un cruce ideológico entre la emancipación nacional y la sensibilidad social.

Su europeísmo presenta concomitancias con la llamada soberanía compartida de CiU. Pero con mayor ambición: "El encaje institucional de Cataluña en el continente exige que el Gobierno catalán participe en el Consejo de la UE en cuestiones que afectan a competencias exclusivas, aprovechando los precedentes de Alemania y Portugal".