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Francisco Frutos acabó confraternizando con Internet, visto lo sencillo, rápido y eficaz que le iba resultando este nuevo sistema de comunicación. "En adelante, ya sabes, Paco, prensa, radio, televisión... e Internet", le decía al final uno de sus colaboradores.Y el candidato asentía tranquilo y convencido, en una actitud que contrastaba con el atisbo de desconfianza que mostraba al principio, cuando posaba para las fotógrafos y los cámaras de televisión.

Esa cierta frialdad con la tecnología fue mejorando durante el debate. Y se consolidó con sonrisas cuando le preguntaron desde Cuenca: "¿Hoz y martillo o herramientas informáticas". "Todo es necesario. No son incompatibles", bromeó con los que le acompañaban.

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El segundo debate del El País Digital funcionó técnicamente mucho mejor que el anterior, celebrado el pasado martes 29 con el candidato socialista, Joaquín Almunia.

En esta ocasión, la informática estaba perfectamente ajustada y no hubo ningún problema. Almunia recibió más de 1.300 preguntas y contestó a 26, pero estuvo apenas 45 minutos frente a la pantalla, debido a la lentitud de las transmisiones y a una caída del servidor.

A mitad del debate, el candidato apenas había consumido un vaso de agua, había respondido ya a 22 preguntas y ya no esquivaba ninguna. No le llegaban las kilométricas del principio.

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En lista de espera quedaban todavía 572, un resumen de las cuales serán respondidas -agrupadas por temas- para su publicación en El País Digital el próximo lunes a media mañana.

Sólo en una una ocasión le llamaron compañero. Un internauta de Frigiliana (Málaga) se lamentaba de que el coordinador comarcal les llamara indignos "a los que fuimos expulsados de Izquierda Unida por hacer un pacto con el PSOE".

Frutos expresó su perfil conciliador y contestó: "Los sectarismos siempre son malos en política. Todo lo que no sea una reflexión antes de una decisión tan grave, produce siempre daños irreparables".

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