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Entrevista:Alfredo Pérez RubalcabaCandidato del PSOE por Madrid

"Aznar preside otro Gobierno que no se reúne en La Moncloa"

"Aún hay cierta desmovilización. Pero los progresistas tienen en su mano llevar al Gobierno de la nación a la izquierda plural""El que sí tendría un programa oculto sería un Gobierno de Aznar apoyado desde la sombra

por el nacionalismo catalán"

"Seis millones de trabajadores han tenido una subida de cero patatero. Villalonga y cien directivos han cobrado diez ceros peloteros"

Es el maquinista. Y no sólo porque está ahora mismo en plena sala de máquinas. Alfredo Pérez Rubalcaba lo mismo está dedicado a reparar averías que maquina maniobras para descentrar a Aznar.Pregunta. Aznar ha dicho: "Todo lo que tengo que pensar lo tengo ya pensado. El próximo Gobierno lo tengo decidido". ¿No da el más mínimo margen a la posibilidad de que ganen ustedes las elecciones o es una forma de ayudarse a sí mismo a ganar, dándolo por hecho?

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Respuesta. Aznar no puede reconocer que está nervioso. Pero, si de verdad lo tiene tan claro, que nos diga con quién va a gobernar, si es que gana, que yo no lo creo. Nosotros lo hemos dicho: hemos firmado públicamente un pacto de investidura y un programa de gobierno con IU. Él quizá no quiera decirlo porque estaría pensando en otro pacto en la intimidad.

P. ¿Qué obstaculiza más en este momento una victoria del PSOE: el PP o la abstención?

R. Aún hay un problema de desmovilización, pero creo que lo vamos a lograr superar, porque los progresistas tienen en su mano colocar en el Gobierno a la izquierda plural.

P. La sociedad está viviendo estas elecciones sin el dramatismo de las de hace cuatro años. Eso ¿les perjudica o les favorece?

R. Prefiero que haya clima tranquilo. Es verdad que parte de la crispación de hace cuatro años estaba relacionada con asuntos que había que zanjar política y judicialmente, pero no lo es menos que el PP se dedicó a alimentar con gasolina ese incendio. Cuando desaparece el que crispa desaparece la crispación.

P. ¿Por qué Aznar tiene retirado a Álvarez Cascos en esta campaña?

R. Aznar esconde todo lo que cree que no le da votos. Esconde a Álvarez Cascos porque sabe que asusta, y se desmarca de su amigo Juan Villalonga porque cree que también le quita votos. ¡Hasta esconde que es madridista, cuando le preguntan antes del partido del Madrid y el Barça! Un presidente que no sabe que el público entiende como algo natural que él sea seguidor de un equipo, y que cuando juega su equipo dice "que gane el mejor", es un presidente que esconde cosas y que no es de fiar (risas).

P. El PP les ha acusado de tener un programa oculto y, ahora, de que no proponen nada.

R. Dijo que éramos un peligro, e incluso que llevaríamos a España a salirse del euro. Cuando cayó en la cuenta de que el pacto PSOE-IU es una fórmula ensayada en Francia, Italia, Alemania y Suecia debió pensar "Dios mío, qué va a decir Jospin, creerá que me he vuelto loco". Y retrocedió. Aznar expuso un programa en 1996 y luego gobernó con otro. Pasó del "Pujol, enano, habla castellano" a hablar catalán en la intimidad. Por eso le pedimos que diga públicamente quién va a ser su aliado, ya que no lo quiere decir cara a cara...

P. ¿Tiene ya la certeza de que no va a haber un debate en televisión entre Aznar y Almunia?

R. Cada día que pasa, las posibilidades de ese debate se van esfumando. El PP no quiere ni un cara a cara con Almunia ni ningún otro debate en el que Almunia pueda derrotar a Aznar. Pero ya que le gusta tanto el pádel le ofrecemos un partido de dobles. Almunia no tiene ningún problema en acudir con Frutos. Que Aznar diga quién quiere que le acompañe. Yo sé quién sería..., un hombre que le enseñó a hablar catalán en quince días. Ése debate tiene interés, porque los votantes van a escoger una de esas alternativas: un Gobierno progresista, promovido abiertamente por el PSOE junto a IU, o un Gobierno de derechas apoyado, más desde la sombra que bajo las luces, en los nacionalistas catalanes. Ése Gobierno sí tendría un programa oculto.

P. Los votantes pueden ver en el PP un mantenimiento de la buena marcha de la economía. ¿Qué tienen ustedes para contraponer a esa perspectiva, favorable para el PP?

R. La campaña ha empezado con dos hechos que muestran cómo se ha repartido el crecimiento: Villalonga y cien directivos de Telefónica se han llevado 80.000 millones de pesetas. Y, debido a que la inflación se ha disparado al 2,9%, seis millones de trabajadores han perdido poder adquisitivo, porque sus convenios estaban ajustados al 2% de inflación. En terminología de Aznar, para seis millones de trabajadores ha habido una subida salarial de cero patatero; para Villalonga y cien directivos ha habido un premio de diez ceros peloteros. Se puede crecer más y repartir mejor.

P. Aznar ha afirmado que con su política fiscal quiere que sean diez millones de españoles los que no tengan que presentar declaración de la renta. ¿Qué les parece eso?

R. Aznar anuncia una segunda revolución fiscal, cuando la primera no fue una revolución, sino una involución. Una de las razones por las que Aznar no quiere debatir con Almunia es porque hay preguntas para las que no tiene respuesta. ¿Qué respondería cuando le dijera que con su involución el hijo del que gana veinte millones desgrava tres veces más que el hijo del que gana tres millones? Los españoles con rentas de dos a cuatro millones se han ahorrado algo en el IRPF, pero lo han pagado con creces en impuestos indirectos. Nosotros queremos primar a quien vive de su trabajo, y que paguen menos impuestos las familias que ahorran, no las que especulan.

P. ¿Qué está siendo más eficaz: lo que están diciendo ustedes en los mítines o las malas noticias que están cayendo sobre el Gobierno?

R. Sobre el Gobierno está cayendo no una lluvia fina, sino una lluvia ácida en estos dos meses. Le ha aparecido una fusión BBVA-Telefónica, que ha permitido visualizar que en este país se ha creado un monstruo económico de once cabezas y que hasta ahora la gente no acababa de percibir. Aznar tiene un gobierno que se reúne en La Moncloa, y que en los últimos dos meses se ha dedicado a repartir el dinero de todos para intentar arañar votos entre los funcionarios y pensionistas, pensando que le gente es tonta y que por darle lo que es suyo lo va a votar...

P. ¿Qué diferencia hay entre los gastos aprobados en periodo electoral por el Gobierno del PP para pensionistas y jubilados y los aprobados, también en periodo electoral, por Gobiernos socialistas para carreteras, prejubilaciones y obras hidraúlicas?

R. En 1996, no aprobamos subidas de sueldos para funcionarios ni mejoras para pensionistas. No hemos utilizado dinero público para arañar votos. Sí tuvimos una discrepancia muy seria con el PP, porque aprobamos un crédito FAD para Cuba: era para instalar dos panificadoras en La Habana y, créame, volveríamos a hacerlo. Pero permítame que retome lo que estaba diciendo: Aznar tiene además del de La Moncloa otro gobierno, el económico, el de los once magníficos que manejan la mitad de la Bolsa en España, y que utiliza entre otras cosas para comprar medios de comunicación. Ese es el que controla la luz, el teléfono, el gas, las televisiones, el tabaco, las autopistas. Ése gobierno es el que realmente manda en la vida de los ciudadanos. Y luego está la dimisión de Pimentel, que yo creo que había decidido antes del caso Aycart. La decidió al ver que Aznar prefiere al alcalde xenófobo de El Ejido que a él.

P. ¿Tienen pruebas que fundamenten la acusación de que en el Ministerio de Trabajo hay una trama de cazasubvenciones?

R. El PP fue quien convirtió a Aycart en alto cargo. Hasta entonces sólo era funcionario. El actual secretario general de Empleo no niega que supiera del trato de favor que recibía la empresa de Aycart. Por tanto, había altos cargos que sabían de esos negocios. Y acabará saliendo.

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