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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Renovado ímpetu

Con renovado ímpetu según se acerca el periodo electoral se insiste en la necesidad de construir un nuevo aeropuerto para Madrid. Con frecuencia se publican en sus páginas variadas quejas de quienes viven cerca del actual aeropuerto de Barajas, la última publicada el día 22 del presente mes en el suplemento de Madrid, firmada por don Juan Antonio García Casas, vecino de Algete.Para dicho señor, y para tantos otros que suscriben opiniones coincidentes con la suya, la mejor solución sería la construcción de un nuevo aeropuerto; idea que nuestro inefable presidente autonómico, señor Ruiz-Gallardón, pretende hacer realidad en el término de Campo Real (Madrid). Mediante esta nueva construcción se solventarían los problemas que sufren los municipios próximos a Barajas "desde la llegada al poder del Partido Popular" (pues antes de tal evento Barajas era un oasis de paz y salubridad, según parece). Tales problemas se centran principalmente en el ruido y la contaminación del entorno.

No debemos desesperar, pues "la llegada de un Gobierno progresista" haría realidad tal solución: trasladar a los que vivimos cerca de Campo Real, unos municipios de clara mentalidad retrógrada, los problemas que actualmente soportan los muy progresistas vecinos de Barajas y aledaños.

Es tal la bondad del invento que no cabe sino desdeñar las críticas que desde una óptica nada progresista cabría hacer al proyecto de cerrar el aeropuerto de Barajas y construir uno nuevo en Campo Real: que se busca un enorme pelotazo urbanístico al recalificar los terrenos del actual aeropuerto como zona residencial, que se despilfarran billones de pesetas del dinero público en duplicar infraestructuras aeroportuarias, que los habitantes del sureste de Madrid también tenemos derecho a vivir sin ruidos ni contaminación (y ya soportamos una incineradora en Valdemingómez, por obra de los partidos progresistas).

Tampoco cabe pensar que por aquí existan parajes naturales dignos de conservación (muy abundantes por Majadahonda, donde tan esforzadamente bregan doña Cristina Almeida y demás progresistas). Así pues, y confiando en que el progreso progresista permita progresar progresivamente a los paladines del progresismo (casi siempre residentes en la zona norte de Madrid), le saluda atentamente un tan sufrido como retrógrado habitante del sureste.- .

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