La serena remontada del Madrid

El Real Madrid ha digerido la victoria ante el Barcelona con un sosiego desconcertante, por lo inesperado, tras un triunfo tan relevante como el del sábado. El resultado, el mal juego del Barça, el ponerse por delante del eterno rival en la clasificación... Todo invitaba al autobombo, pero el equipo ha respondido en sentido contrario: nada de euforia, y sí mucha serenidad.Del Bosque marcó la pauta el sábado al término del partido. "No quiero pecar de comedido, pero debemos ir con mucha cautela. Quedan 12 jornadas por delante y tenemos que ir poco a poco", aseguró el técnico del Madrid. Los jugadores siguieron ayer su ejemplo. Reconocen que están en el mejor momento de la temporada, que ahora tienen la confianza de la que hace dos meses carecían, que pueden ganar tres títulos y que se sienten con fuerzas para ir a por ellos, pero no aceptan ningún triunfalismo.

Ellos también quieren ir poco a poco. Aunque sólo sea de boquilla, porque, si se mira el calendario y la clasificación, lo del Real Madrid en el último mes y medio ha sido un sprint en toda regla. El 17 de enero, con tres partidos menos por culpa del Mundialito, el Madrid era 16º, con 23 puntos, a 14 del líder, el Deportivo, y a sólo dos del descenso. Mes y medio y nueve partidos han bastado a los blancos para sumar 20 puntos más en su casillero (43), ser terceros, estar en puestos de Liga de Campeones y reducir a seis su desventaja con el líder.

"Después del partido contra el Zaragoza [1-5, el 4 de diciembre] el equipo vio que las cosas no podían seguir así y todos cambiamos. Han llegado los resultados y la confianza nos ha ayudado a crecer cada día un poco más", explicaba ayer Karanka, que en sintonía con la cautela que reclama Del Bosque, asume el 3-0 frente al Barcelona como una victoria más, aunque no le reste relevancia. "Ganar al Barcelona ha sido importante por todo, por la victoria en sí, por el rival, por la afición y por nosotros mismos, pero en el campo no resultó tan fácil como ahora parece", asegura.

En el Barcelona ocurre lo contrario. De los cuatro partidos de Liga disputados este mes, el Barça perdió tres -Alavés, Betis y Madrid- y sólo ganó ante el Valladolid. El técnico Louis Van Gaal había pronosticado que la última goleada en el Camp Nou catapultaría al equipo y el Bernabéu sería, más allá de los tres puntos, una buena piedra de toque para valorar las posibilidades reales del Barça. No son demasiado halagüeñas: ocupa la quinta posición y, como a mediados de diciembre, está fuera de la Liga de Campeones. Y, lo que es peor, vuelve a estar otra vez a un mundo del Deportivo. Tras la dolorosa derrota en Sevilla, en el Sánchez Pizjuán, el Barça se colocó a 10 puntos del líder. Dos meses y medio después, con la revolución que aplicó Van Gaal a la alineación, está a ocho.

El equipo de Del Bosque, que llegó a estar a 10 puntos del Barça, no sólo ha recortado esa diferencia, sino que ya es segundo y supera en dos puntos a los azulgrana, más el del goal average.

El Barcelona ha vivido todo el año, salvo en los dos primeros meses del curso, en la irregularidad. Y ahora recuerda que al menos en la Liga de Campeones ha estado intratable. El equipo se esforzó ayer en transmitir el mensaje de que la Liga no debe contaminar la competición europea. Luego, el sábado, llegará el Numancia, el equipo que demostró que con algo de sentimiento y ganas se pueden remontar a veces en 10 minutos tres goles al Barça, como hizo en Los Pajaritos.