Los paisanos de Chaves y Teófila

Cuatro hombres que rondan la edad de jubilación juegan al dominó en el bar Rincón Andaluz de Viladecans, una de esas localidades metropolitanas en las que se concentra la mayoría de la población catalana de origen andaluz. Son poco más de las nueve de una noche cualquiera y los cuatro hombres están concentrados en la partida, ajenos a la presencia en la televisión del local del presidente de la Junta de Andalucía, el socialista Manuel Chaves, que habla del polvorín de El Ejido, en ese momento en plena efervescencia. El periodista interrumpe la partida para preguntarles si siguen la campaña andaluza. "¡Uf!, eso nos queda muy lejos", dice uno.Es Juan Vázquez, de 58 años, de los que lleva 30 en Cataluña. Mientras el resto sigue atento a las fichas, Vázquez asegura que la política le interesa bien poco. Y menos una convocatoria para constituir un Parlamento regional, ni en Andalucía ni en Cataluña. Este oriundo de Pegalajar (Jaén) reconoce que es uno de esos abstencionistas estructurales que los socialistas catalanes tratan,con escaso éxito, de movilizar cada cuatro años para desbancar a Jordi Pujol. "Las importantes son las elecciones para España", concluye Vázquez, refiriéndose a los comicios generales.

Si tradicionalmente las elecciones autonómicas pasan desapercibidas para los andaluces que viven en Cataluña, en esta ocasión su solapamiento con la convocatoria para elegir diputados y senadores ha escondido aún más aquéllas. José María Aznar y Joaquín Almunia pasan muy por delante en seguimiento a Manuel Chaves y Teófila Martínez.

Rafael Morales preside la Casa de Andalucía de Barcelona, una entidad en la que, asegura, hay militantes de todos los partidos. Tiene 62 años y llegó a la capital catalana desde su Córdoba natal hace 33. La tierra le sigue tirando. Sin embargo, Morales reconoce que el interés por los comicios andaluces es menor que el que puedan suscitar las generales. "Los problemas políticos de Andalucía no nos corresponden a nosotros, sino a los que están allí", añade. En esa distancia real, que no anímica, influyen otros factores, opina Francisco Hidalgo, presidente de la fundación Crisol, autor de diversos libros sobre flamenco y diputado del Partido Socialista Andaluz en el Parlament entre 1980 y 1984: "No es que no les interese, sino que la información que llega de Andalucía no es como para llamar su atención. Y en esta ocasión estará más perdida entre la información que llegue de toda España", asegura.

Hidalgo, de 50 años, llegó en 1974 a Cataluña. "Ya llevo aquí media vida", afirma. Este cordobés de Posadas admite que la coincidencia con las generales hace disminuir la atención sobre las autonómicas, pero cree que los comicios autonómicos "siguen interesando a los andaluces que están en Cataluña o a los catalanes nacidos en Andalucía, como se les quiera llamar". Hidalgo opina que lo que se juega Andalucía en la doble cita electoral del 12 de marzo es "ratificar un gobierno socialista y ser, como Cataluña, un factor decisivo en el cambio de gobierno en España".

Desde Cataluña, también tiene clara la victoria del PSOE en la cita electoral andaluza el presidente de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña (FECAC), Francisco García Prieto. "Chaves arrasará", asegura. Onubense de Minas de Riotinto, el presidente de una federación que agrupa a 64 asociaciones considera que, lejos de su tierra, los andaluces siguen pendientes de la vida política de allí. Y expone como prueba de ello: "Cuando vinieron aquí Manuel Chaves y Teófila Martínez, la gente quiso saber qué harían por Andalucía".

Porque lo que sí es cierto es que los catalanoandaluces no han olvidado sus raíces y quieren conocer qué ocurre en los lugares de los que partieron, aunque la batalla política les diga poco. En muchas asociaciones, auténtico cordón umbilical con los orígenes, se hace alarde de ello. Como en la peña Los Cabales, de Cornellà, en cuya sede celebraban el Día de Andalucía como mejor saben: con baile.