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El PP espera que un naufragio en las urnas haga rectificar al PNV

Javier Casqueiro

La dirección del PP ha llegado hace tiempo a la conclusión de que el PNV no rectificará su actual línea de acción, más radical y cercana a las tesis de Euskal Herritarrok (EH), hasta que reciba un aviso claro en las urnas el 12-M. Por ello -aunque José María Aznar dio ayer por "desmantelado" el Pacto de Estella- el acuerdo tácito ya esbozado entre las cúpulas del PP y del PSOE para dar solución a la crisis política en Euskadi (moción de censura, anticipo electoral o Gobierno conjunto) no se plasmará hasta después de los comicios.

El jefe del Ejecutivo utilizó de nuevo su acto público de ayer -en el Pabellón Municipal de Murcia ante unas 7.000 personas- para responsabilizar a los actuales dirigentes del PNV, "los mismos que quisieron liquidar el espíritu de Ermua" tras el asesinato del concejal Miguel Ángel Blanco, de la crisis política y la "indignación" que padece Euskadi "por sus acuerdos con los batasunos y sus secuaces". El candidato del PP enfatizó de nuevo "la mentira y el fracaso del Pacto de Estella" suscrito entre el PNV, Eusko Alkartasuna y EH, y reclamó su disolución inmediata. Aznar señaló que los dirigentes actuales del PNV han cometido un grave error y tendrán que decir ahora con quién están". Aznar mantuvo que la "equidistancia" ante este conflicto es "complicidad" y que los responsables del PNV "hoy no son una parte de la solución sino del problema". "Han decidido ni ver ni oír ni entender el clamor que les dice que dejen de hacer disparates de una vez", subrayó. Aznar pidió la solidaridad de los murcianos y de los españoles con los que sufren la violencia y el terror en Euskadi y dio la garantía de que el Estado de derecho triunfará al final.

Más logros

El presidente del Gobierno no desperdició la ocasión, ya en traje de candidato en campaña, para felicitarse de nuevo por sus logros en materia de creación de empleo (1.800.000 puestos de trabajo) y en concreto por haber acordado, ayer por la mañana en el Consejo de Ministros, un incremento de 40.000 millones de pesetas para el fondo de reserva de las pensiones. Y diferenció también entre sus políticas de "estabilidad y progreso" y las de otros, en referencia a la alianza del PSOE e IU, que podrían "poner en riesgo" el dinamismo que él cree haber cosechado para España.

Aznar recordó que él propone ahora no tocar "la arquitectura y el marco constitucional" y que cree "frívolo e irresponsable", como hace el PSOE en alguno de sus "programas múltiples" alcanzados con sus diversos socios, la reforma de la Carta Magna.

Al margen de las disquisiciones diarias de Aznar contra el PNV, las conversaciones entre dirigentes del PP y del PSOE se suceden. Y aunque se comprenden las disputas dialécticas diarias que mantienen, sus principales responsables en el País Vasco, Carlos Iturgaiz y Nicolás Redondo, hablan con asiduidad.

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Fuentes de la dirección del PP se expresaron con mucha cautela sobre las alternativas a seguir en el futuro para reconducir la situación en Euskadi. Está claro que las distintas posibilidades ya se han discutido con el PSOE. Y la sintonía entre ambos partidos es mejor que nunca. Tanto, que el secretario general del PP, Javier Arenas, utilizó ayer casi la misma expresión que la noche anterior usó el candidato socialista, Joaquín Almunia, para demandar una gran participación. Arenas, en un acto en la Casa de Vacas del Retiro madrileño con las candidatas del PP, instó "a todos los vascos y las vascas a llenar las urnas como homenaje de los demócratas a todos aquellos que no pueden votar". Y citó entonces el nombre de Fernando Buesa, del ertzaina Jorge Díez Elorza y del teniente coronel Pedro Antonio Blanco García, asesinados por la organización terrorista tras la ruptura de la tregua.

Arenas subrayó que su partido acudiría a la manifestación de esta tarde con el PSOE y no "con otros", en alusión al PNV, porque sus posiciones "no parecen ni nítidas ni claras". Lamentó que Ibarretxe hubiese propuesto como lema ETA para. Y sobre todo arremetió contra las posiciones sostenidas estos días por el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, y contra sus "insultos y descalificaciones" al Partido Popular como una forma de esconder la realidad: "Está cegado y con tapones en los oídos".

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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