Piqué considera que la situación de Ibarretxe es "insostenible" y le sugiere que anticipe las elecciones

El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, consideró ayer que la situación del Gobierno vasco es "insostenible" tras el último atentado de ETA y sugirió la convocatoria de nuevas elecciones en Euskadi. Piqué, que recalcó que estaba hablando en calidad de portavoz del Gobierno y no como candidato del Partido Popular (PP) por Barcelona,afirmó que tras la ruptura del Ejecutivo de Juan José Ibarretxe con Euskal Herritarrok (EH) sólo caben tres posibilidades: que Ibarretxe se someta a una moción de confianza; que la oposición promueva una moción de censura; o que se disuelva el Parlamento.

El portavoz del Gobierno precisó que de las dos primeras posibilidades no se desprende "ninguna posibilidad de articular una mayoría parlamentaria que garantice la estabilidad del Gobierno vasco", por lo que concluyó: "No veo ninguna otra alternativa que [la de que] los ciudadanos vascos vuelvan a hablar".El ministro consideró que algunos dirigentes del Partido Nacionalista Vasco (PNV) padecen "paranoia", "han perdido el sentido de las cosas" y se han "alejado de la realidad". Asimismo, les recomendó que "escuchen a los vascos". Piqué se mostró especialmente indignado ante las declaraciones del líder del PNV, Xabier Arzalluz, de que el PP instrumentalizó el funeral del dirigente socialista Fernando Buesa. Con semblante serio y gran solemnidad, Piqué subrayó que él asistió al funeral y relató sus impresiones: "Fue una manifestación impresionante de duelo, de tristeza, de rabia contenida, con la gente llorando, tensa, mostrando un rechazo profundo a los asesinatos y a la colaboración política con las fuerzas que no condenan el terrorismo". Y añadió, en referencia al PNV: "¡No se enteran de nada!".

Piqué consideró "insuficiente" que Ibarretxe haya roto el pacto de legislatura con Euskal Herritarrok (EH) y exigió a la formación de Xabier Arzalluz que se desmarque también de EH en las diputaciones y los ayuntamientos, así como del pacto de Lizarra.

Además, el ministro portavoz recriminó al Ejecutivo vasco su tardanza en finalizar la colaboración con la coalición independentista que encabeza Arnaldo Otegi: "No es justificable, ni políticamente ni éticamente, que, para llegar a esta conclusión [de romper con EH], haya tenido que haber tres muertos", afirmó Piqué

Por su parte, el ministro de Defensa, Eduardo Serra, rechazó tajantemente las acusaciones del PNV de que el Cesid pueda estar detrás de la masiva movilización ciudadana en Vitoria. "Es de aurora boreal", dijo Serra; "pocas veces se han visto tantos disparates gramaticales y lógicos en un comunicado tan breve".

Durante un almuerzo celebrado en la Asociación de Periodistas Europeos, el titular de Defensa desmintió rotundamente la implicación del servicio secreto e hizo notar las contradicciones en que incurre la nota del PNV, pues para poder jugar el papel que se le atribuye el Cesid habría debido conocer previamente que se iba a cometer el atentado, lo que resulta absurdo.

No es la primera vez que el PNV cree ver la mano del Cesid detrás de acciones hostiles. Para intentar disipar estos recelos, el director del centro de inteligencia, el general Javier Calderón, invitó a Arzalluz a visitar su sede el pasado 13 de julio. Pero, a la vista de las denuncias posteriores, no parece que Calderón lograse su objetivo a pesar del clima cordial de aquel encuentro.

Los recelos del PNV hacia el Cesid son compartidos por Euskal Herritarrok, cuyo portavoz, Arnaldo Otegi, declaró ayer a Tele5 que no se siente amenazado por ETA. "Otra cosa es que me sienta objetivo de los servicios de inteligencia del Estado", agregó.