"Me extraña que Van Gaal no juegue con el sistema del Ajax"

Vicente Del Bosque (50 años) cumplirá mañana 100 días en el banquillo del Madrid desde que sustituyó a John Toshack. Ése también será el día del duelo Madrid-Barcelona. En vísperas de un partido tan sonoro, este entrenador de la casa, especialista en la cantera y ex jugador, ha conseguido ganarse el respeto del vestuario en un tiempo marcado por el vértigo en el calendario y las lesiones. Pregunta. No es su primer Madrid-Barça...

Respuesta. He estado en el banquillo en un Madrid-Barça, el año que contrataron a Jorge Valdano. Nos ganaron con un gol de Amor. Un gol que después le valió al Barça para llevarse la Liga en la última jornada, con el penalti que falló Djukic.

P. Desde entonces, ¿ha visitado a aquellos jugadores?

R. Premeditadamente no entraba al vestuario. Huía de eso, de que se me viera hablando con los jugadores del primer equipo.

P. ¿Se equipara a un Molowny?

R. Molowny es irrepetible. Esa discreción se ha perdido. La demagogia inunda el mundo del fútbol. Es un mundo que solicita personajes llamativos y es muy difícil entrenar si no estás en el espectáculo. Necesitan tíos guapos, con planta, y no con este bigote que yo tengo.

P. ¿Teme que le resulte más difícil gestionar la plantilla en época de abundancia?

R. Las lesiones son un inconveniente. Pero al contar con pocos jugadores es más fácil hacer un buen grupo. Administrar la abundancia me preocupa. Es más fácil manejarse en precario.

P. ¿Cree que ahora los jugadores buscan menos coartadas?

R. En los últimos cinco años ese grupo formado por jugadores que ya no están, como Seedorf, Mijatovic y Suker, ganó una Liga, una Copa de Europa y una Copa Intercontinental. No era un equipo de grandes excusas.

P. ¿Cómo responden los jugadores a las lesiones, al calendario apretado?

R. Redondo en los últimos partidos ha sido una bestia. Igual Roberto Carlos... Yo nunca me quejo si sube.

P. ¿Por qué elogia a Redondo?

R. Porque Redondo siempre piensa en el equipo, y cree que si sube al ataque va a causar un problema. Cree que no podemos ganar un partido si se va al ataque, y en ese sentido me identifico con él, porque cuando yo jugaba tenía esa mentalidad. Él no piensa en sí mismo, y eso va en su perjuicio, porque es hábil, tiene un gran regate. La gente no le valora porque sólo sigue el partido por donde va el balón, y Redondo vive guardando la espalda a sus compañeros.

P. ¿Qué han visto en usted los jugadores?

R. Que hay una normalidad; que ellos son los actores principales. Yo me siento culpable cuando perdemos, y procuro que se me vea tranquilo cuando ganamos. No me quiero atribuir ningún éxito.

P. ¿Qué le previene del Barça?

R. La estructura del juego de ataque y el hecho de que son capaces de ganar un partido desde el desorden; con recursos individuales. Fabrican todo desde el medio centro. Allí lo hará bien cualquiera de ellos. A mí me habría gustado ser un jugador así, por la visión de juego que tienen. No driblan pero saben perfectamente cómo se debe jugar en esa zona: rápido, controlando y pasando, abriendo a las bandas, o a Kluivert, que la baja o toca para alguno de los centrocampistas -Cocu o Luis Enrique- para que se incorporen.

P. Van Gaal no cuenta con Guardiola.

R. Son manías que tienen los entrenadores... Me extraña que Van Gaal no juegue con el sistema del Ajax. Porque él nace en la escuela de fútbol del Ajax, sólo tiene experiencia doméstica y allí la forma de jugar está muy institucionalizada. Me parece que en el Barcelona no juega igual, salvo en las bandas, con Rivaldo y Figo. En el Ajax jugaba con un medio centro individual y tres defensas. En el Barça actual Luis Enrique hace de Litmanen, de pivote delante del pivote. Como Bakero en sus días.

P. ¿Cómo planteará el partido?

R. Cuando juegas con un equipo con tres delanteros, la teoría recomienda una defensa en zona, que bascule rápido y que esté atenta a cortar los pases interiores.

P. En Valencia el Madrid tiró el fuera de juego como nunca. La defensa jugó adelantada.

R. El mayor recurso ofensivo del Valencia no ha cambiado sustancialmente de Ranieri a Cúper: los balones largos. Entonces los dos centrales se coordinan de manera más sencilla. Es más fácil concentrarse para adelantar la línea porque el último pase del rival es más previsible.

P. ¿Qué ha logrado desde que dirige al equipo?

R. No hemos hecho un gran fútbol pero hay virtudes. Una mayor generosidad y valores que te llevan a dar una mano a un compañero. Como presionar de manera colectiva. Eso es difícil de transmitir para un entrenador... Hemos tenido muchísima suerte.

P. Usted es el primer entrenador que apoya a Guti.

R. Es un chico contestatario, poco sujeto a normas, pero con buen fondo. En toda plantilla, y en toda cantera hay normas de cumplimiento general. Pero hay jugadores especiales y Guti es uno de ellos. Hay que aceptarle. La influencia del público es enorme y a él le ha descentrado mucho no sentirse querido. Yo le digo: 'Es mejor que se metan contigo, es un acicate'. Guti tiene lo más difícil en este deporte, tiene profundidad.

P. ¿Qué opina de Sanchis?

R. Es correcto, poco temperamental, analítico de todo. Extraordinario física y técnicamente. Lo mismo te marca a un delantero centro que a un centrocampista. Nunca buscó caer simpático, huyó de la prensa... lo que demuestra su inteligencia. Conoce perfectamente a sus compañeros, y a todos los entrenadores que han pasado por aquí en los últimos 18 años. Si dijera lo que sabe sería extraordinario... Es un sacrilegio que no fuera internacional más veces.