Las precipitaciones en las cotas altas apenas maquillan la escasez de nieve

La situación de las estaciones de esquí españolas ha mejorado, si bien levemente. El invierno más seco en cuanto a precipitaciones en forma de nieve de la última década ha convertido la práctica del deporte invernal en un ejercicio de buena voluntad. La nieve caída a finales de la pasada semana en las estaciones pirenaicas ha servido para lavarles la cara, aunque sólo en las cotas altas. Mientras, el tradicional Trofeo Chavaluco de esquí alpino reunió durante el pasado fin de semana en Alto Campoo a buena parte de la base del esquí español representado por sus distintas federaciones.

Merece la pena considerar la posibilidad de reunir varios días de vacaciones y emigrar a los Alpes. Allí, al menos, la nieve es un elemento que está garantizado, fruto de las últimas y sostenidas nevadas que estos días siguen cayendo. Único inconveniente (al margen de cuestiones económicas), el evidente riesgo de avalanchas que existe principalmente para los amantes del esquí fuera de pistas y que esta pasada semana arrastró a varios aficionados en estaciones de Italia y de Suiza, causando la muerte a seis de ellos. Las precipitaciones de nieve sólo se han dejado sentir en las cotas más altas de los Pirineos, un mal menor para una temporada marcada por las dificultades para practicar en condiciones normales el esquí. En las cotas bajas, apenas se ha incrementado el débil espesor de las pistas, a duras penas mantenidas con garantías. La nieve acumulada en las cotas más elevadas de las cimas pirenaicas aconseja la práctica del esquí de travesía (o de montaña), sobre todo para aquellos alpinistas que sepan combinar esquí y marcha. Con nieve blanda, las caminatas se convierten en tortura, no así con pieles de foca y esquís. En cambio, el esquí de fondo súbitamente de moda tras los éxitos del nacionalizado Muehlegg y del español Juan Jesús Gutierrez en la Transjurassienne (prueba reina de resistencia sobre 72 kilómetros), vive horas sombrías. Los circuitos de fondo, generalmente localizados en cotas bajas, apenas disponen de nieve para su uso correcto.