"He sentido miedo ante la posibilidad de defraudar a Antonio Gala"

Concha Velasco le dijo a Antonio Gala, aprovechando el ambiente festivo de la celebración de su santo, que necesitaba volver al teatro. El escritor se encerró pensando en su musa, para la que ya había escrito tres obras, y el resultado fue Las manzanas del viernes, la obra que podrá verse en el teatro Lope de Vega de Sevilla desde esta noche hasta el día 28. Es una comedia actual que habla del amor y en la que Concha Velasco, bajo la dirección de Francisco Marsó, su marido, comparte cartel con Encarna Paso y María Paz Ballesteros, entre otros. La actriz vallisoletana estaba ayer radiante porque podía pasar una semana entera en Sevilla, ciudad en la que debutó cuando tenía 10 años pero no como actriz, sino como bailarina en la ópera Fausto que protagonizó Alfredo Kraus. Han pasado nada menos que 50 años y Concha Velasco conserva una vitalidad arrolladora y la misma ilusión por su trabajo.Pregunta. ¿Siente mayor responsabilidad al interpretar a un personaje que ha sido escrito a su medida?

Respuesta. Además de la responsabilidad con el público, he sentido un miedo tremendo ante la posibilidad de defraudar a Antonio Gala. Durante los ensayos él me decía "te tienes que desconchar", tienes que ser otra. Ha sido una tortura pero me parece hermosísimo que él se haya arriesgado a escribir algo para mí.

P. ¿Qué ocurrió para que cambiaran de director de escena a una semana del estreno?

R. Hemos decidido no contarlo porque nadie habla del primer novio cuando está el marido delante. Los ensayos han sido duros, en seis días hemos tenido que desmontar lo que hicimos en dos meses y replantearnos una nueva obra. Pero, a juzgar por el público, todo ha salido bien.

P. ¿Cuál es su truco para conservar la ilusión por su trabajo después de 50 años en los escenarios?

R. Soy una actriz vocacional y mí único truco es que lo que hago, lo hago bien. Lo que me quemaría sería no trabajar. Tengo una gran formación, he estudiado ballet, canto, solfeo, interpretación. Además, he empezado por abajo, aprendiendo de los grandes. Pero puede que eso no sea bueno.

P. ¿Es que se siente minusvalorada?

R. En cierto modo. Hay un sector del público al que me cuesta más esfuerzo conquistar porque me encasillan en la comedia, por ejemplo, y no dan crédito a mi trabajo en otras cosas. Algunos creen eso de aprendiz de todo y maestro de nada.

P. A algo parecido achacó Gala el que su obra La truhana no tuviera demasiado éxito...

R. Puede ser, porque en ese momento yo estaba haciendo televisión. Pero la verdad es se montó más cómo un espectáculo y el texto, que es muy bueno, pasó a un segundo plano. Me gustaría volver a montarla.