El 'Black Magic' toma la delantera Nueva Zelanda se impone de forma rotunda al 'Luna Rossa' italiano en la primera regata

Era el viento del Luna Rossa, pero ganaron los neozelandeses con rotundidad. El Black Magic venció al Luna Rossa en la primera regata de la Copa del América de vela por una ventaja de un minuto y diecisiete segundos, a pesar de que, según la mayoría de los expertos, los escasos doce nudos registrados en el Golfo de Hauraki favorecían claramente a los italianos.

Las proximidades del campo de regatas eran todo un espectáculo. Más de mil seiscientas embarcaciones que habían escoltado a los adversarios desde el puerto de Auckland intentaban hacerse con el mejor ángulo posible para tener mayor visión de la carrera.

En la salida, los kiwis no supieron aprovechar el lado favorecido de estribor que les correspondió en el sorteo previo y la buena maniobra del Luna Rossa pegado a la boya permitió al sindicato italiano mantener una ligera ventaja sobre su rival en el comienzo de la primera ceñida.

Sin embargo, en apenas tres viradas el Blac Magic, comandado por el skipper que logró la Copa del América en el año 1995 para Nueva Zelanda, Russel Coutts, ya se había colocado por delante y lograba llegar a la baliza de barlovento con veintidós segundos de ventaja.

Una distancia que durante la popa se incrementó en otros catorce segundos y que en la segunda ceñida superaba ya el minuto, con lo que quedaba claro que aun con pocos nudos el barco neozelandés es más rápido que su competidor italiano en contra del viento y al menos tanto como él en las empopadas.

Empezaban a despejarse así algunas de las incógnitas que planeaban sobre el equipo defensor, como la del rendimiento del NZ 60 con vientos inferiores para los que supuestamente está diseñada la segunda embarcación construida por los kiwis, ya que tiene mayor volumen a proa y algo más de manga de lo habitual.

Batalla del 'Prada'

Aunque la tripulación de Francesco de Angelis, patrón del Luna Rossa, presentó batalla y tras una serie de trasluchadas logró reducir la ventaja hasta veinticinco segundos en la cuarta boya, el Black Magic no perdonó. Una táctica de marcaje férreo y la suerte de dar con un par de buenos roles de viento volvió a situar a los kiwis más de un minuto por delante, diferencia que esta vez sería insalvable para los tripulantes del sindicato italiano.

Los bocinazos de los cientos de barcos reunidos en el Golfo de Hauraki, entre ellos los casi setenta superyates que se han dado cita en Auckland estos días con motivo de la trigésima edición de la Copa del América, fueron atronadores desde el momento que el Team New Zealand atravesó la línea de llegada y durante prácticamente todo el trayecto de vuelta a puerto. Los muelles estaban ocupados por una muchedumbre de miles de personas que recibió al equipo neozelandés al grito de campeones.

La mayoría de ellos ya habían participado en la calurosa despedida que a las diez en punto de la mañana los kiwis dedicaron a su equipo, tras lo que siguieron el desarrollo de la regata desde una pantalla gigante instalada en la especie de villa olímpica construida para la ocasión.

La importancia de la victoria del Team New Zealand en la primera regata no sólo supone apuntarse el primero de los cinco puntos que necesitará para conservar la Copa del América, sino que consigue reforzar la teoría de que jugar en casa y con sus propias reglas es una ventaja muy difícil de superar para los visitantes.

La segunda regata se disputará mañana, martes, porque hoy estaba reservado en el calendario como jornada de descanso.