Huelga de interinos
Me gustaría responder a la carta titulada "¿Por qué la huelga de interinos?". Este es un tema que me afecta directamente: yo no soy interino, pero mi mujer sí.Primero me gustaría decir que mi mujer ha sido interina (de inglés) desde hace dos años, después de seis años como sustituta, y ha trabajado por lo menos en 12 institutos diferentes durante estos años. Estos constantes cambios de instituto, clases y niveles significan una carga extra de presión y trabajo que no soportan los profesores con plaza.
A pesar de esto, mi mujer acepta todo lo que significa su situación porque entiende que ha elegido un camino que nunca va a darle la merecida estabilidad que tienen los profesores con plaza. Ella tomó la decisión de quedarse lo más cerca posible de Sevilla para estar conmigo y ahora con nuestro hijo de dos años. Entendemos que ella puede quedarse sin trabajo pero, como he dicho, consideramos esta inestabilidad parte de su situación.
Conozco a muchas interinas (todas son mujeres) y puedo decir que, como mi mujer, ninguna de ellas es egoísta ni insolidaria. Simplemente son trabajadoras que están intentando sacar las cosas adelante. Tampoco tienen nada que ver con las decisiones de la Administración de sacar o no oposiciones. Estoy totalmente de acuerdo con el señor Jiménez cuando dice que "la obligación de una Administración pública es crear empleo fijo". Pero también el sistema de educación pública en España es imposible que pueda funcionar sin el trabajo de sustitutos ni interinos.
En conclusión, todo el mundo quiere lo mismo, un trabajo fijo, seguro y bueno. Simplemente hay diferentes caminos para llegar a este destino. Una persona no es buena ni mala, mejor ni peor porque haya elegido uno de los infinitos caminos de la vida.-
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