Arzalluz dice que el PNV apoyará en Madrid al que busque la paz

"Prioridad absoluta, la paz". El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, dejó ayer bien claro el precio del apoyo de su formación al partido que gane las elecciones: una política de pacificación basada en un diálogo sin exclusiones y en el respeto a lo que decidan los vascos. A los que creen que los peneuvistas van a entrar en el mercadeo tras el 12 de marzo, Arzalluz les advirtió que si no "abordan de manera satisfactoria" el problema de la violencia, los que gobiernen "no contarán" con el apoyo de su partido aunque quisieran "mejorar el concierto" económico. Arzalluz aludía así a la renovación de este pilar del autogobierno, prevista para el próximo año y que deberá ser negociado entre los Gobiernos central y vasco.El dirigente nacionalista recordó que el partido ganador el 12-M tendrá que recurrir a ese "especimen tan despreciado ahora que se llama nacionalista", y aseguró que "más de uno se tendrá que tragar cosas que ha dicho alegremente y que no quedarán impunes".

El presidente peneuvista presentó ayer el programa de su partido para estos comicios acompañado por el portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, Iñaki Anasagasti, y por el resto de cabezas de lista de su formación.

Junto a la pacificación, el PNV plantea la necesidad de profundizar en su autogobierno basado en la territorialidad, el reconocimiento del derecho de autodeterminación como "punto de encuentro para la convivencia" entre todos los vascos y en la "acción concertada" de los electos municipales de Euskadi, Navarra y del País Vasco francés a través de la Asamblea de Municipios Vascos. Y exigen la transferencia de las competencias que faltan. El programa incluye un anexo, consensuado por los firmantes de la Declaración de Barcelona, para defender el respeto a sus ámbitos de decisión.

Arzalluz valoró los movimientos del candidato socialista, Joaquín Almunia, en favor de una salida dialogada al conflicto vasco y su recuperación del plan Ardanza, frente al "inmovilismo" del PP.