La mística del desierto y la supervivencia
"En los años setenta José María Osuna nos entregó muy en secreto un libro. Era El ideal andaluz, de Blas Infante. Jamás habíamos oído hablar de él. Otro día Osuna nos trajo un trozo de tela blanca y verde, y nos dijo que era la bandera. Después vinieron más hombres que habían estado con Blas Infante en la cárcel". Así relató el fundador del Partido Andalucista (PA), Alejandro Rojas-Marcos, los inicios de la formación que más ha exaltado el desierto político, en el transcurso del acto de conmemoración de su 35º aniversario.Para la intimidad de la ceremonia se escogió el viejo caserón de la sevillana calle de Castelar, donde el grupo embrión patentó Compromiso Político por Andalucía, el primero de los nombres del homenajeado, que poco después se llamó Alianza Socialista de Andalucía (ASA), luego Partido Socialista de Andalucía (PSA), y tras perder la ese en 1983, alcanzó la nomenclatura actual. Rojas-Marcos repasó la lista de los que por allí pasaron de otros partidos (Felipe González, Santiago Carrillo, Tierno Galván, Gil Robles) para dejar su "huella"; los que comenzaron el camino, pero se marcharon "por cansancio o porque discreparon"; y los que ya no están porque les falta la vida. "A todo les debemos muchos, dejaron lágrimas, lucha, resistencia, mucho romperse por dentro".
El presidente del PA atribuyó la "grandeza y tragedia" de su partido al constante nadar a contracorriente "que desgasta a los seres humanos". Y se congratuló con la muestra de supervivencia: "Aquí estamos todos con nuestras discrepancias porque entre nosotros encontramos una mística".
El secretario general, Antonio Ortega, entró de lleno en la teoría del desierto andalucista: "Hemos atravesado todos los del mundo, hemos inventado el desierto, creían que íbamos a desaparacer, pero otros han caído, y el PA, sin más ayuda que la ilusión, sigue aquí". Para Ortega, la gran virtud andalucista es obligar al resto de las fuerzas políticas a abrazar sus postulados. "Ellos tienen más votos, pero le hemos ganado la historia por la mano, van tras nosotros: somos la brújula, la luz para llegar a la Andalucía libre".
El candidato, Pedro Pacheco, recordó que cuando se inventó el "experimento", la bandera andaluza se confudía con la del Betis: "Éramos cien personas y ahora tenemos credibilidad". Pacheco dijo que el PA tiene sólo "una pierna" en el Gobierno andaluz y otra fuera, en contacto con la Andalucía real, que "nos dice que tenemos que continuar con la movilización". "Me preguntan que si soy corredor de fondo. Lo soy, pero yo solo no, con el PA, que sí que ha corrido maratones", terminó el candidato, quien al recibir un diploma de manos de Rojas-Marcos cogió al presidente en brazos y lo levantó varios palmos del suelo.
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